El recién retirado icono el boxeo Manny Pacquiao fue el primero en presentar su candidatura a la presidencia de Filipinas en el comienzo del proceso de inscripción para aspirar a miles de puestos políticos en la que se espera sea una elección muy disputada en mayo del próximo año.
Las inscripciones, que se prolongan por espacio de una semana y suelen ser un evento festivo con grandes multitudes, serán más sobrias este año por las restricciones para combatir una de las epidemias de Covid-19 más letales de Asia.
Pacquiao, quien estuvo acompañado por su esposa y por su compañero de fórmula, el vicepresidente de la Cámara, Lito Atienza, presentó su certificado de candidatura al organismo electoral sin fanfarrias, antes de decir algunas palabras a los medios sobre sus planes en caso de salir elegido.
“Mi prioridad es resolver la pandemia para que podamos impulsar la economía hacia la recuperación”, dijo Pacquiao, vestido con un polo color rojo y un cubrebocas blanco con su imagen y la de la bandera filipina.
De camino a la sede de registro, Pacquiao fue aclamado por decenas de simpatizantes que esperaban al borde de la carretera y ondeaban pancartas que decían “Pelea, Pacman”.
Pacquiao aseguró que no le preocupan los resultados de un sondeo que lo mostró en cuarto lugar entre los contendientes presidenciales preferidos, y dijo: “No se han escuchado las voces de los pobres”.
Considerado como uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos y el único hombre en tener títulos mundiales en ocho divisiones diferentes, Pacquiao se retiró del boxeo en septiembre para postularse a la presidencia de su país. Ya ha sido dos veces congresista y en la actualidad es senador.
El proceso de registro debería poner fin a meses de especulaciones sobre quién sucederá al presidente Rodrigo Duterte, de 76 años, quien según la Constitución no puede buscar la reelección y, en su lugar, competirá por la vicepresidencia.