La concentración de dióxido de carbono (CO2) que retienen el calor en la atmósfera en 2020 fue 149% superior a los niveles anteriores a época de la preindustrialización, por lo que alcanzó otro récord anual, según se dio a conocer este 25 de octubre en el Boletín Anual de gases de efecto invernadero de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El organismo que forma parte de la ONU, dio a conocer que aunque el brote de la COVID-19 obligó a los países a un confinamiento y este generó un descenso temporal de emisiones contaminantes, no tuvo impacto perceptible en lo que ya estaba en el ambiente.
De tal suerte que continúa la tendencia gradual en el aumento de los gases de efecto invernadero que se había registrado en la última década.
Estos resultados acentúan la urgencia antes de las conversaciones sobre el clima de la COP26, que se realizará esta semana en Glasgow, Escocia; después de la reunión de los líderes del G20 en Roma.
Se espera que algunos países del G20 que no han cumplido sus compromisos sobre el Acuerdo de París lo hagan antes de la COP26.
El Boletín de Gases de Efecto Invernadero contiene un mensaje crudo y científico para los negociadores del cambio climático en la COP26. Al ritmo actual de aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, asistiremos a un aumento de la temperatura a finales de este siglo muy superior a los objetivos del Acuerdo de París de 1.5 a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Aproximadamente la mitad del CO2 emitido en la actualidad a raíz de las actividades humanas permanece en la atmósfera, mientras que océanos y ecosistemas terrestres absorben la otra mitad. En el boletín se alerta sobre la posibilidad de que, en el futuro, océanos y ecosistemas terrestres pierdan eficacia en cuanto que “sumideros”, y ello merme su capacidad para absorber CO2 y ejercer en calidad de reguladores que eviten aumentos de la temperatura aún mayores.