Vladimir Putin, presidente de Rusia, está envuelto en una gran polémica mundial después de asegurar que es monstruoso enseñar a los niños y niñas que tienen la opción de cambiar de género es “casi un crimen contra la humanidad”.
Llamar a las cosas por su nombre, esto se acerca a un crimen de lesa humanidad disfrazado con el nombre y bajo la bandera del progreso, Putin habría declarado durante el Valdair International Discussion Club que es monstruoso que los niños y las niñas sean educados en Occidente sobre la identidad de género y cuestiones transgénero.
“(Es un) momento simplemente monstruoso cuando los niños son empujados a creer desde el principio que un niño puede convertirse fácilmente en una niña, y viceversa”, dijo el presidente ruso al lamentar que nadie recurra a los psicólogos infantiles para saber si los niños tienen la capacidad de decidir cambiar de género, algo que “puede arruinar sus vidas”.
“Se les empuja a creer que tienen una opción, impuesta mientras que los padres son rechazados. Y un niño se ve obligado a tomar una decisión que puede arruinar su vida”, agregó el presidente ruso, quien siempre se ha dicho abiertamente que mientras él sea el gobernante no habrá matrimonios homosexuales en Rusia.
Putin ha vetado las bodas gays en Rusia
“Los matrimonios homosexuales no producen hijos”, aseguró en una ocasión el jefe del Kremlin, que acostumbra a predicar contra el liberalismo “sin género y estéril”.
“En lo que se refiere al ‘progenitor número uno y progenitor número dos’, yo ya me pronuncié públicamente y lo digo una vez más: mientras yo sea presidente no habrá progenitor uno y dos, habrá papá y mamá", dijo al presidir una reunión del grupo de trabajo que estudia las enmiendas a la Constitución, según medios locales.
Y aunque la homosexualidad dejó de ser un delito desde 1993 en Rusia, Putin promulgó una ley contra la propaganda homosexual, que incluiye las marchas de orgullo gay, bajo el argumento de que puede representar un daño psicológico y moral para los menores de edad.