Al menos dos personas fallecieron en Reino Unido luego de que la primera tormenta invernal barrió partes del país con rachas de casi 160 km/hora.
La tormenta, bautizado como Arwen por la agencia de meteorología británica, azotó con especial dureza partes del norte de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, provocando cierres de carreteras, demoras en el servicio de trenes, cortes de electricidad y un gran oleaje.
La policía de Cumbria, en el noroeste de Inglaterra, reportó la muerte de un hombre tras caerle un árbol encima poco antes de las 23:00 horas del viernes. En Irlanda del Norte, otro hombre perdió la vida cuando su auto fue golpeado por un árbol.
Aunque lo peor de la tormenta parece haber pasado, se aconsejó a la población que mantenga la precaución en sus desplazamientos el sábado mientras los operadores de trenes informaron de interrupciones en el servicio por los fuertes vientos y las intensas nevadas.