El gobierno de presidente Joe Biden pretende otorgar subsidios a las familias estadounidenses de clase media para la compra de autos eléctricos, con la condición de que estén ensamblados en Estados Unidos con un porcentaje mínimo de componentes estadounidenses y mano de obra sindicalizada, lo que podría desplazar al producto ensamblado en México y Canadá
Estados Unidos violaría las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si aprueba una iniciativa de créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos presentada por la administración del presidente Joe Biden.
De prosperar la iniciativa afectaría a México, Canadá y a otros países que abastecen de partes y vehículos automotores al mercado estadounidenses, así como a estados del sur de la Unión Americana.
Según la iniciativa, incluida en el plan Build Back Better del presidente Joe Biden, el crédito fiscal para vehículos eléctricos reducirá el costo de un vehículo eléctrico fabricado en Estados Unidos con materiales estadounidenses y mano de obra sindical en 12,500 dólares para una familia de clase media.
En marco del proyecto de ley de presupuesto publicado a finales de octubre pasado por el presidente Biden se incluyen créditos fiscales para vehículos eléctricos “fabricados en Estados Unidos con materiales estadounidenses y mano de obra sindical”.
En octubre pasado, la Secretaría de Economía hizo pública una carta firmada por su titular, Tatiana Clouthier, en la que advierte que dichas disposiciones “son contrarias a las reglas de valor de contenido regional acordadas en el T-MEC, por lo que respetuosamente solicito que estas consideren incluir incentivos para todo el contenido regional y ensamble norteamericano de manera compatible con el Tratado”.
Por su parte, Canadá, en el mismo sentido señaló que las propuestas de los legisladores para crear nuevos créditos fiscales y apoyos a los autos eléctricos hechos en Norteamérica dañarían a la industria automotriz, además que violarían los acuerdos comerciales de la región.
Clouthier argumenta que “la existencia de nuevos requisitos de contenido nacional en iniciativas legislativas del Congreso estadounidense socavaría el desarrollo positivo de una alianza fortalecida de América del Norte”.
En otro caso paralelo, el gobierno de México determinó que iniciará un panel de solución de controversias contra Estados Unidos por diferencias en el criterio para determinar las reglas de origen del sector automotriz en el marco del T-MEC.