El máximo funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa llamó este martes a los gobiernos a prepararse para un “repunte significativo” de casos de coronavirus en todo el continente ante el aumento de la presencia de la variante Ómicron , la cual ya es la mutación dominante en varias naciones.
“Podemos ver la llegada de otra tormenta”, dijo el director regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Kluge. “En cuestión de semanas, Ómicron dominará en más países de la región, llevando al límite a sistemas de salud que ya acusan problemas”, agregó Kluge durante una conferencia de prensa en Viena.
La variante Ómicron ya ha sido detectada en al menos 38 de los 53 miembros de la región europea de la OMS, añadió Kluge, quien resaltó que ya es la variante dominante en Reino Unido, Dinamarca y Portugal.
La semana pasada murieron 27 mil personas a causa del COVID-19 en la región y se reportaron otros 2.6 millones de casos, destacó Kluge. Si bien la cifra de infecciones incluye a todas las variantes y no sólo a la Ómicron , declaró que el número es 40 por ciento mayor al del mismo periodo del año pasado.
“El escabroso volumen de nuevas infecciones de COVID-19 podría llevar a más hospitalizaciones y a una interrupción generalizada de los sistemas de salud y otros servicios cruciales”, comentó.
Kluge hizo notar que hasta ahora el 89 por ciento de los pacientes con infecciones confirmadas por ómicron en Europa reportaron síntomas comunes a las otras variantes de coronavirus, incluyendo tos, dolor de garganta y fiebre. La mutación se ha propagado en la región principalmente entre jóvenes de 20 y 30 años, añadió.
Aunque aún se desconoce mucho sobre la variante Ómicron, Kluge dijo que parece ser más infecciosa que mutaciones previas, lo que ha llevado a “tasas de infección que no se habían visto anteriormente” en los países que ahora tienen altos números de casos por ómicron. En dichas naciones, los casos provocados por la variante se duplican cada 1.5 a tres días.
Kluge afirmó que los gobiernos europeos deberían seguir reforzando sus campañas de vacunación, implementar medidas adicionales para frenar la propagación de la variante y preparar infraestructura vital, como los sistemas de salud, en anticipación a la próxima oleada.