Con la amenaza inminente de que Rusia llegue a emplear la fuerza militar, Amnistía Internacional advierte de que otra escalada en el conflicto armado en Ucrania tendrá consecuencias devastadoras para la situación de los derechos humanos en esa región, poniendo en peligro vidas, medios de subsistencia e infraestructuras civiles, dando lugar a una grave escasez de alimentos y, posiblemente, a desplazamientos masivos.
Los derechos económicos y sociales ya se han visto afectados negativamente; el aumento del precio de los alimentos y de productos básicos, incluidos los suministros médicos, está afectando al derecho de la población a la atención sanitaria y a un nivel de vida adecuado en Ucrania.
Esto lo notan más las personas de edad muy avanzada, los niños y niñas y quienes tienen bajos ingresos; el derecho a la educación también se ha visto afectado al cerrar de manera intermitente las escuelas por razones de seguridad durante las últimas dos semanas. En Rusia, la cotización del rublo ha caído y los precios están aumentando.
"La amenaza de emplear la fuerza militar por parte de Rusia ya está afectando a los derechos humanos de millones de personas en Ucrania y en otros lugares”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
Y agregó: “Las consecuencias de que se utilice fuerza militar real pueden ser devastadoras. La historia reciente de Ucrania está marcada por conflictos con tropas rusas en el Dombás y en la anexión ilegal de Crimea. Estos sucesos han desgarrado comunidades y vidas, ya que las fuerzas militares han pisoteado con impunidad los derechos de la población civil; ha llegado el momento de romper ese círculo vicioso.”
Dijo que Amnistía Internacional observará de cerca la situación para denunciar las violaciones del derecho internacional humanitario (leyes de la guerra) y del derecho internacional de los derechos humanos, cometida por todas las partes.
En 2014 y 2015, en el momento álgido del conflicto armado en el Dombás, en el este de Ucrania, todas las partes violaron el derecho internacional humanitario, lo que provocó el desplazamiento de más de un millón de personas. Más de 13 mil personas perdieron la vida y la cifra sigue aumentando.
Como en los últimos años las tropas rusas no han respetado el derecho internacional en otros lugares, cosa que han hecho con impunidad, a Amnistía Internacional le preocupa enormemente la posibilidad de que la historia se repita.
Por ejemplo, en Siria, una serie de ataques aéreos rusos sobre zonas residenciales en Homs, Idlib y Alepo efectuados entre septiembre y noviembre de 2015 se saldaron con la muerte de al menos 200 civiles.
Asimismo, en 2020, Amnistía Internacional denunció el ataque de aeronaves rusas contra escuelas y hospitales en Siria, y la ONU había especificado que algunos de esos edificios debían estar protegidos frente a cualquier ataque.
En el actual conflicto del este de Ucrania, las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia violaron el derecho internacional humanitario al utilizar armas explosivas poco precisas en zonas civiles densamente pobladas, y lo mismo hicieron las fuerzas ucranianas. También apostaron y dispararon dichas armas desde viviendas e infraestructuras civiles.
"La historia de las intervenciones militares de Rusia -ya sea en Ucrania o en Siria, o en su campaña militar en Chechenia- está empañada por el desprecio flagrante del derecho internacional humanitario”, añadió Agnès Callamard.