Un grupo de 24 personas de varios pueblos llegó a Payangan Beach el sábado para realizar un ritual de meditación en la playa, de las cuales once de ellas murieron engullidas por las olas.
De acuerdo con el responsable de distrito Hendy Siswanto, los participantes decidieron acudir de todas formas al lugar a pesar de las advertencias de las autoridades sobre el fuerte oleaje.
"Hubo dos grandes olas que nos golpearon. Me incorporé y salí corriendo de la playa después de que impactara la primera", ha declarado a un superviviente en una entrevista con Kompas TV.
Los efectivos de rescate encontraron los once cuerpos flotando cerca o arrastrados por la corriente en la playa, el día de ayer domingo por la mañana.
Siswanto ha insistido a lugareños y visitantes que eviten las playas debido a las altas olas. La agencia meteorológica nacional ha advertido sobre posibles vientos fuertes y clima extremo.