El gobierno de Israel prohibió a trabajadores médicos, practicar terapias de conversión en personas de la comunidad LGBT+.
Así lo dio a conocer el Ministerio de Sanidad de Israel, Nitzan Horowitz, quien indicó que aquellos doctores que continúen realizando las terapias de conversión recibirán multas y podrían perder el permiso para ejercer su profesión médica.
Durante el anuncio, calificó a las terapias de conversión como un “abuso cruel” para las personas que son sometidas a las mismas y destacó que estas pseudoterapias “matan el alma y a veces también el cuerpo”, haciendo referencia al riesgo asociado de suicidio.
Destacó que las personas que son sometidas a las terapias de conversión, tienen mayores posibilidades de autolesionarse, de suicidarse y de llevar a la muerte a “miembros de la comunidad gay cuyo único pecado es simplemente ser quienes son”.
Adicionalmente, la nueva medida legal indica que las preferencias sexuales no suponen ningún problema psicológico y que “no existe fórmula clínica de cambiarla”.
Tras la resolución, Horowitz, mencionó que la prohibición de las terapias de conversión suponen una victoria en la lucha general por la tolerancia y la igualdad” en Israel.
Cabe destacar que antes de que Horowitz fuera titular de Sanidad en Israel, como diputado del partido progresista Meretz, en 2020 intentó promover una iniciativa para prohibir las terapias de conversión y sancionar a los médicos que las practican, sin embargo la moción fue desechada en dicha ocasión.
La Asociación de Psicología de Israel también se opone a estas terapias que hasta hace pocos días, aún eran legales en dicha región. Anteriormente se han pronunciado en contra de las terapias de conversión haciendo énfasis en que pueden causar “daño real”, por “ansiedad, depresión, suicidios, aislamiento o retraimiento social”, así como “dificultad para hacer conexiones íntimas”.