El enojo de un adolescente de 15 años de edad terminó en el asesinato de su mamá, papá y su hermanito de 10 años de edad debido a que fue regañado por sacar malas calificaciones en la escuela, por lo que al ser amenzado con cortarle el WiFi y quitarle el PlayStation, no dudó en asesinar a sangre fría a su propia familia.
El alarmante caso ha conmocionado a toda España, luego de que se conoció el parricidio ocurrido el pasado 8 de febrero en la zona rural de Elche a 20 kilómetros de la ciudad de Alicante.
Así fue el multihomicidio en Alicante, España
De acuerdo con el reporte de las autoridades españolas, el adolescente fue regañado el martes 8 por su bajas notas en la escuela, por lo que su mamá le advirtió que le limitarían sus actividades en los videojuegos hasta que mejorara en sus calificaciones. “Eres un vago”, le dijo su mamá por haber reprobado cinco materias.
Furioso, el chico de 15 años fue a buscar la escopeta de su padre que usa cartuchos calibre 12, la cual utiliza para ir de caza, aunque el arma estaba guardada con llave, ésta se encontraba a la vista, según información del diario local, La Sexta.
“Me dijo que era un vago, que ya estaba bien y que me iba a quitar la consola. Subí a mi habitación, me puse a pensar y cogí la escopeta”, confesó el joven.
Con la escopeta cargada, el adolescente fue a la cocina donde estaba su mamá y le disparó por la espalda, una vez herida y en el suelo, cortó cartucho y volvió a dispararle. Al ver la escena de horror, su hermanito de 10 años intentó escapar de la casa, pero el chico salió detrás de él y también le disparó.
“Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé. Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes”, aseguró.
Tras matar a su mamá y hermano, el asesino esperó a que llegara su papá quien estaba en el trabajo. Al llegar, casi cinco horas después de los primeros asesinatos, el adolescente no dudó en dispararle hasta en tres ocasiones para asegurar su muerte.
Tras matar a su familia, ocultó los cuerpos
Una vez que mató a su familia, el joven arrastró los cadáveres hasta el sótano, ya que dijo, no supo qué hacer con los cuerpos hasta que decidió esconderlos. Para que en su escuela no sospecharan que algo malo pasaba en su casa, el adolescente los llamó al hacerse pasar por un familiar para avisarles que no iría a clases en los próximos días por haber dado positivo al Covid-19.
Vecinos del barrio donde vivía la familia de Santiago no se percataron del triple crimen, ya que las casas están separadas por una distancia considerable y no alcanzaron a oír las detonaciones.
El diario El Comercio reveló que, en total, el adolescente disparó siete veces. El relato del asesino concuerda con las pruebas del caso.
El viernes de la semana pasada, la tía del joven llegó a la casa porque le extrañaba no tener noticias directas de sus familiares. Al preguntarle a Santiago por ellos, éste simplemente le dijo que los había matado. Fue entonces que la tía del menor dio avisó a las autoridades.
Sin mostrar signos de arrepentimiento, el adolescente fue ingresado a un centro de menores en la ciudad de Valencia donde narró cómo fue el crimen.