Corea del Norte disparó el sábado un misil balístico al mar, según las fuerzas armadas de sus vecinos, con lo que aparentemente extiende su racha de pruebas de armas este año, en medio de una prolongada suspensión de sus negociaciones nucleares con Estados Unidos.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur afirmó que detectó un solo lanzamiento de un misil balístico desde un área cercana a la capital norcoreana de Pyongyang. Agregó que voló unos 270 kilómetros (168 millas) hacia el este, a una altitud máxima de 560 kilómetros (348 millas), antes de caer en aguas entre la península de Corea y Japón.
Dijo que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos y Corea del Sur estaban analizando el lanzamiento.
Fue la novena ronda de lanzamientos de armas en 2022 por parte del gobierno norcoreano, que está aprovechando una pausa en la diplomacia con el fin de ampliar sus capacidades militares, al tiempo que intenta presionar al gobierno del presidente estadounidense Joe Biden para obtener concesiones.
Los detalles del lanzamiento coincidieron aproximadamente con una evaluación anterior del ejército japonés y fueron similares a un ensayo norcoreano el domingo pasado, que también se realizó desde el área de Sunan, cerca de Pyongyang.
Los medios estatales de Corea del Norte dijeron que el lanzamiento de la semana pasada fue diseñado para probar un sistema de cámara que planea instalar en un satélite espía que está en desarrollo.
“El misil fue disparado justo cuando la comunidad internacional estaba respondiendo a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, así como en medio de los Juegos Paralímpicos de Beijing”, recalcó el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi.
Canceló una aparición en una graduación de la academia militar para responder al lanzamiento, calificándolo de “absolutamente inaceptable”.
El Comando de Estados Unidos en la región Indo-Pacífico dijo que el lanzamiento no representaba una amenaza inmediata para el personal o el territorio norteamericano, ni el de sus aliados.
Pidió a Corea del Norte que se abstuviera de realizar más actos desestabilizadores y señaló que estaba realizando consultas con Corea del Sur y Japón, así como con otros aliados y socios regionales sobre el lanzamiento.