El progresista Gabriel Boric asumió la Presidencia de Chile en una solemne ceremonia en la ciudad costera de Valparaíso a la que acudieron parlamentarios de todos los partidos y una nutrida representación de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo; es así que se convirtió en el presidente más joven en la historia de su país.
En el Salón de Honor del Senado, el nuevo presidente de esa cámara, el socialista Álvaro Elizalde, le impuso la banda presidencial a Boric, quien con apenas 36 años y un mes se convierte en el mandatario más joven de la historia del país.
Con una enorme sonrisa, que le acompañó desde que entró a la sala de honor y una emoción que no pudo contener, el líder progresista subió al estrado donde recibió un abrazo de su predecesor, el conservador Sebastián Piñera, saludó a los militares y representantes allí presentes y prestó juramento sin corbata.
Poco después, el mandatario juramentó a su ministra del Interior, Izquia Siches, quien liderará su gabinete compuesto por 14 mujeres y 10 hombres con el que buscará inaugurar lo que ha denominado un “gobierno feminista”.
“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, dijo Boric, en un gesto más de hombre procedente de la localidad austral de magallanes, concienciado con la diversidad étnica y nacional e indígena de Chile.
Fiel a su estilo, llegó sin corbata a una de las ceremonias más simbólicas de Chile. Las dos veces que juró como diputado -en 2014 y 2018- tampoco la había usado.
En el salón había unas 500 personas, la mitad de su capacidad para respetar los aforos impuestos por los protocolos sanitarios por la pandemia, en un país en el que el 76 por ciento de la población tiene una o dos dosis de refuerzo.
El nuevo presidente para el período 2022-2026, acompañado de la primera dama Irina Karamanos, ofrecerán una recepción a los invitados al cambio de mando para regresar al atardecer a la sede de gobierno en Santiago, desde donde dirigirá un tradicional mensaje a los chilenos.