El Amazonas es nada menos que la selva tropical más grande del mundo. Se trata de una región donde sería difícil encontrar a dos niños perdidos, ya que detrás de cada árbol, o en el fondo de un río o pantano, puede esconderse una sorpresa letal. Sobrevivir casi un mes en ella resulta una proeza milagrosa.
Salieron a cazar aves y nunca regresaron
Dos hermanos de 8 y 6 años de edad lograron sobrevivir en una selva atestada de jaguares, cocodrilos, y serpientes. Además de enfrentarse a la falta de agua potable, debieron buscar la manera de salir vivos de esta inmensa región, que atraviesa a 9 países diferentes.
La historia de Glauco y Gleison Ferreira, dos niños indígenas, comenzó el pasado 18 de febrero, cuando salieron a la selva a cazar algunas aves de porte pequeño. En la localidad de Manicoré, Brasil, no es una práctica extraña, ya que muchas personas suelen hacerlo.
Pero pasaban las horas de ese día y la oscuridad se adueñó de la selva, augurando lo peor. Glauco y Gleison no aparecieron esa noche, y rápidamente comenzaron a buscarlos. Tanto los pobladores, conocedores de la zona, como la policía de Brasil, aunaron esfuerzos para tratar de encontrar a los hermanitos Ferreira.
Sin embargo, los esfuerzos eran infructuosos, la extensión infinita de árboles y ríos, hacía imposible pensar que podrían encontrarlos. Además, la temporada de lluvias dificultaba alimentar toda esperanza.
Los servicios de emergencia locales de Brasil decidieron interrumpir la búsqueda de los niños a fines de febrero, sin embargo, algunos pobladores continuaron.
Un talador escuchó los gritos de auxilio de los niños
25 días habían estado perdidos en la selva del Amazonas, cuando un talador de árboles escuchó el grito claro de auxilio. Se trataba de los niños perdidos, que habían escuchado el sonido de la sierra eléctrica del talador, y se habían guiado hasta él.
Todo esto sucedió el pasado martes 15 de marzo, según anunció la cadena BBC. El mayor de los hermanos escuchó el ruido y comenzó a gritar pidiendo ayuda. El hombre siguió las voces de los pequeños y fue así como logró dar con ellos.
Aún no hay precisiones sobre cómo sobrevivieron prácticamente un mes en la selva del Amazonas . Cuando el talador los encontró, estaban acostados en el bosque en un estado de salud muy delicado.
Según un medio local, uno de los niños perdidos le dijo a su padre que no comieron nada en todo el tiempo que pasaron, y que únicamente sobrevivieron bebiendo agua de lluvia.
Glauco y Gleison ahora se encuentran recuperándose en el hospital. Los niños perdidos del Amazonas ingresaron al hospital de Manaos el jueves por la mañana