El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, reconoció que Rusia podría emplear armamento nuclear en el marco de la guerra con Ucrania en caso de que se enfrentase a lo que definió como “una amenaza existencial” para el país.
Durante una entrevista a la cadena estadounidense CNN, Peskov negó este martes que en Moscú se plantee el uso de armas nucleares.
“Si es una amenaza existencial para nuestro país, entonces puede ser”, añadió el portavoz del Kremlin tras ser cuestionado por el contexto en el que Rusia se plantearía recurrir a su arsenal atómico.
Por otro lado, Peskov admitió que Moscú “todavía no ha logrado” sus objetivos con la llamada “operación militar” en Ucrania, si bien defendió que esta avanza “estrictamente de acuerdo con los planes y propósitos que se establecieron”.
Además, reconoció que la invasión de Ucrania es “una operación seria con objetivos serios” y que en Moscú “nadie” pensó que se alcanzarían los objetivos en “un par de días”.
Finalmente, defendió que el Ejército en territorio ucraniano tiene prohibido atacar a los civiles, y explicó que si la ciudadanía no intenta acabar con la vida de los soldados rusos, estos no responderán de forma violenta.
“Hay ucranianos que cooperan, que trabajan con nuestro Ejército. Hay ucranianos que quieren evitar bajas y están en contacto con nuestro Ejército (…) Si no disparas a nuestros militares, si no intentas matarlos, nadie te tocará”, concluyó.
Rusia, EU y Reino Unido expresan preocupación ante la ONU sobre armas químicas
Rusia, Estados Unidos y Reino Unido intercambiaron acusaciones este martes en las Naciones Unidas sobre la posibilidad de un ataque con armas químicas en Ucrania, pero ninguno aportó pruebas para respaldar sus preocupaciones.
Los diplomáticos hicieron estos comentarios a periodistas después de que Rusia planteara la cuestión de una fuga de amoníaco en la asediada ciudad ucraniana de Sumy, en el noreste del país, culpando a “grupos nacionalistas radicales ucranianos”, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. La acusación fue rechazada por Reino Unido y Washington.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polyanskiy, dijo que los soldados rusos “nunca han planeado ni llevado a cabo ataques contra ninguna instalación ucraniana donde se almacenen o produzcan sustancias tóxicas”.
Es la tercera vez que Rusia plantea la cuestión de las armas biológicas o químicas desde que el 24 de febrero inició lo que denomina una “operación militar especial” para “desmilitarizar” Ucrania.