El papa Francisco indicó que una visita a Ucrania, por invitación del presidente de ese país Volodímir Zelenski, estaba “sobre la mesa”.
Consultado por la prensa sobre un posible viaje a Ucrania en el avión que lo llevaba de Roma a Malta, el sumo pontífice respondió: “Sí, está sobre la mesa”, sin más precisiones.
Francisco, de 85, años, fue invitado por Zelenski para desempeñar el papel de mediador en las negociaciones entre Ucrania y Rusia y a visitar su país invadido por las tropas rusas desde finales de febrero.
También fue invitado por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, para “mostrar su compasión” con el pueblo ucraniano.
En visita al archipiélago mediterráneo de Malta, el pontífice fustigó a los actos de “algún poderoso” encerrado en “intereses nacionalistas”, en una clara alusión al presidente ruso Vladimir Putin, a quien sin embargo evitó nombrar.
Denunció además “las seducciones de la autocracia” y “los nuevos imperialismos”, que traen el riesgo de “guerra fría ampliada que puede sofocar la vida de pueblos y generaciones enteros”.
País de mayoría ortodoxa, Ucrania tiene una importante minoría greco-católica que se concentra en el oeste.
Este grupo de confesión católica de rito oriental cuenta con unos 5.5 millones de fieles en la antigua república soviética, que tenía unos 37 millones de habitantes en los territorios controlados por Kiev, que no incluyen Crimea ni las zonas del este en poder de los separatistas prorrusos.