El Kremlin aseguró este martes que las acusaciones occidentales de que las fuerzas rusas cometieron crímenes de guerra al ejecutar a civiles en la ciudad ucraniana de Bucha son una “monstruosa falsificación” destinada a denigrar a su ejército.
Desde que las tropas rusas se retiraron de las ciudades y pueblos de los alrededores de Kiev, las tropas ucranianas han estado mostrando a los periodistas cadáveres de lo que dicen que son civiles muertos por las fuerzas rusas, casas destruidas y autos quemados.
Occidente dice que los civiles muertos son una prueba de los crímenes de guerra. Reuters vio cadáveres en la ciudad de Bucha, pero no pudo verificar de forma independiente quién era el responsable de los asesinatos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que se trata de un espectáculo bien dirigido, “pero trágico”, una falsificación destinada a denigrar al ejército ruso; sin embargo, dijo que no funcionará.
“Instamos una vez más a la comunidad internacional: despréndanse de tales percepciones emocionales y piensen con la cabeza… comparen los hechos y comprendan la monstruosa falsificación a la que nos enfrentamos”.
Ucrania dice que Rusia es culpable de genocidio y Joe Biden acusó el lunes a su par ruso, Vladimir Putin, de crímenes de guerra y pidió un juicio. El Kremlin dijo que los comentarios de Biden son inaceptables e indignos para un líder de Estados Unidos.
El clamor por el descubrimiento de tantos civiles muertos, algunos con disparos en la cabeza, tras la retirada de Rusia de las zonas cercanas a Kiev, generó promesas occidentales de imponer sanciones aún más duras a Rusia.
Rusia tacha las pruebas de las ejecuciones de civiles en Bucha como una estratagema cíclica de Ucrania y sus apoyos occidentales, que según Moscú están atenazados por una paranoia discriminatoria antirrusa.
“Se trata de falsificaciones que maduraron en la imaginación cínica de la propaganda ucraniana“, dijo Dmitri Medvédev, que fue presidente entre 2008 y 2012 y ahora es vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
Medvédev sostuvo que las falsificaciones fueron inventadas por grandes cantidades de dinero por empresas occidentales de relaciones públicas y organizaciones no gubernamentales “domesticadas”. No aportó pruebas concretas.
Sugirió que las fuerzas ucranianas estaban preparadas para matar a sus propios ciudadanos en un intento de desacreditar a Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que tenía pruebas de que el 72º Centro Principal de Operaciones Psicológicas de Ucrania ayudó a montar esa propaganda en un pueblo a 23 kilómetros al noroeste de Kiev, así como en Sumy, Konotop y otras localidades.
Rusia no ha publicado pruebas de sus afirmaciones, pero dice que los medios occidentales han proporcionado una narración excesivamente parcial de la guerra en Ucrania, que ignora en gran medida las preocupaciones de Moscú sobre la ampliación de la OTAN y la persecución de los rusoparlantes.
“El Occidente colectivo ha tapado sus ojos y oídos y no quiere escuchar nada“, dijo Peskov.
Moscú ha cuestionado por qué, si sus fuerzas se retiraron de Bucha el 30 de marzo y el alcalde declaró la zona libre de fuerzas rusas el 31 de marzo, los cuerpos de los civiles muertos no se mostraron por primera vez hasta el 3 de abril.
Rusia también dice que los cuerpos que aparecen en algunas imágenes no mostraban los signos característicos de degradación que cabría esperar después de varios días.