Japón expulsó este viernes a ocho diplomáticos rusos y funcionarios comerciales como represalia por los “crímenes de guerra” supuestamente cometidos contra civiles ucranianos. Asimismo, anunció que reducirá de forma gradual las importaciones de carbón y petróleo rusos.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, acusó a las tropas rusas de un “comportamiento inhumano, no sólo en Bucha, sino también en otras partes del país”, y citó entre ellos “los ataques a civiles y a instalaciones nucleares”, en una rueda de prensa.
“Se trata de crímenes de guerra que nunca pueden ser tolerados”, afirmó Kishida, quien suscribió así “la más firme condena” que el G7 emitió en la víspera a través de un comunicado conjunto.
Japón sigue así los pasos de países de la Unión Europea y de Estados Unidos, que en días previos anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos tras difundirse imágenes de la matanza atribuida a las tropas invasoras en la ciudad de Bucha, al norte de Kiev.
Entre los expulsados hay enviados diplomáticos de Moscú en Japón y representantes de la oficina comercial rusa en Tokio, según explicó en otra rueda de prensa la portavoz del Ministerio nipón de Exteriores, Hikariko Ono, quien no quiso detallar si el embajador ruso está afectado por la medida.
La portavoz añadió asimismo que “no se puede aceptar jamás” la “propaganda rusa que niega la matanza de civiles por parte de militares”.
Japón le dice ‘adiós’ al carbón ruso
Japón también prohibirá las importaciones de madera, vodka y otros bienes rusos, así como la nueva inversión japonesa en Rusia. También intensificará las sanciones contra los bancos rusos y congelará los bienes de unas 400 personas o grupos más.
La reducción de las importaciones japonesas de combustibles fósiles rusos es una decisión complicada para el país, que cuenta con pocos recursos, y podría significar un cambio en su política energética hacia fuentes más renovables y energía nuclear. Rusia representa el 11 por ciento de las importaciones de carbón de Japón.
Horas antes, el ministro de Exteriores de Japón anunció que expulsará a ocho diplomáticos y funcionarios comerciales rusos, una medida similar a las tomadas por países europeos.