En momentos que las llamas de una guerra rozan el borde oriental de la Unión Europea, los votantes franceses acuden a las urnas en una elección presidencial cuyo resultado tendrá repercusiones internacionales. Francia es la segunda economía del bloque de 27 países, la única con veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y su única potencia nuclear.
Y cuando el presidente ruso Vladimir Putin prosigue con su guerra en Ucrania, el poder en Francia ayudará a dar forma a la respuesta europea.
Doce candidatos aspiran a la presidencia, incluyendo el presidente y favorito Emmanuel Macron, que busca un nuevo período ante un reto de la ultraderecha.
Seguidamente, una explicación de por qué la elección, que se realiza en dos vueltas a partir del domingo, es importante:
OTAN
La guerra de Rusia en Ucrania le ha dado a Macron la oportunidad de demostrar su influencia en el escenario internacional y pulir sus credenciales pro-OTAN en los debates electorales. Macron es el único de los favoritos que respalda la alianza, mientras que el resto de los candidatos tienen opiniones diferentes sobre el papel de Francia, incluso renunciar a ella. Un paso así asestaría un duro golpe a una alianza creada para proteger a sus miembros en la entonces emergente Guerra Fría hace 73 años.
Pese a declarar la “muerte cerebral” de la OTAN en el 2019, ante la guerra en Ucrania, Macron trata de inyectar a la alianza un nuevo impulso motivador.
“Macron realmente quiere originar un pilar europeo de la OTAN”, dijo Susi Dennison, académica del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
“Él lo ha usado para su diplomacia itinerante en el conflicto en Ucrania”.
En la extrema izquierda, el candidato Jean-Luc Melenchon quiere abandonar la OTAN, que según él provoca solamente disputas e inestabilidad. Un presidente Melenchon sería preocupante especialmente para Polonia, que tiene una frontera de 1.160 kilómetros con un territorio controlado ahora por Rusia.
Otros candidatos quieren ver una participación disminuida o una salida total de la OTAN. Aunque improbable, una partida francesa de la alianza crearía un profundo cisma con sus aliados y provocaría la ira de Estados Unidos.
Cooperación europea
Los observadores dicen que la reelección de Macron significaría una posibilidad real de un aumento de la cooperación y las inversiones en la seguridad y la defensa de Europa, especialmente con un nuevo gobierno pro-UE en Alemania.
Bajo Macron, los gastos militares de Francia han aumentado en 7 mil millones de euros (7 mil 600 millones de dólares), con la mira en elevarlos a 2 por ciento del producto interno bruto, una decisión que los gobernantes de otros países, en particular Putin, siguen muy de cerca. En su segundo período, Macron casi seguramente quiere generar una respuesta conjunta europea a la crisis en Ucrania y frenar las amenazas rusas.
¿Una alianza ultraderechista?
Esta elección podría remodelar la identidad francesa de la posguerra e indicar si el populismo europeo está en ascenso o en descenso. Ahora que el populista Viktor Orban ha ganado un cuarto período como primer ministro en Hungría, las miradas se han tornado ahora al resurgimiento de los candidatos ultraderechistas franceses, en particular la dirigente de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, quien quiere prohibir el uso en las calles de los pañuelos de cabeza musulmanes y las carnicerías halal y kasher y reducir drásticamente la inmigración de fuera de Europa.
“Si gana un candidato de extrema derecha, se podría crear una suerte de alianza o eje en Europa”, dijo Dennison.
“Le Pen ha estado tuiteando en días recientes fotos en las que ella estrecha la mano de Orban. Ella propone una Europa de Estados nacionales fuertes”.
Ese eje podría incluir al presidente polaco Andrzej Duda, un populista de extrema derecha y aliado de Donald Trump. Eso alarma a los observadores.
“Más de 30 por ciento de los votantes franceses dicen que van a votar por un candidato de ultraderecha. Si usted incluye a Melenchon como otro candidato extremo, antisistema, eso es casi la mitad de la población votante. Es algo sin precedentes”, dijo Dennison.
Otro candidato ultraderechista, Eric Zemmour, ha dominado las ondas en Francia con sus polémicos mensajes sobre el islam y la inmigración.
Sin embargo, el centrista Macron hirió susceptibilidades en países musulmanes hace dos años cuando defendió el derecho a publicar caricaturas del profeta Mahoma.
Eso ocurrió durante un homenaje a un maestro decapitado por un fundamentalista por mostrarles las caricaturas a sus alumnos en una clase sobre libertad de expresión.
Amistad con Estados Unidos
Estados Unidos a menudo menciona a Francia como su aliado más antiguo, y, desde las sanciones a Rusia al cambio climático y la ONU, Washington necesita tener a París como un socio confiable.
Francia es un amigo transatlántico vital para Estados Unidos, especialmente en su estatus de único miembro permanente de Europa continental en el Consejo de Seguridad de la ONU, con poder de veto.
Pese a la amarga disputa Estados Unidos-Francia el año pasado sobre un acuerdo multimillonario para suministrar submarinos a Australia — que humilló a Francia — las relaciones entre el presidente Joe Biden y Macron son cordiales.
“Macron es obviamente el único candidato que tiene historia y credenciales en las relaciones con Estados Unidos. Los otros tendrían que comenzar de cero en un momento de gran incertidumbre geopolítica”, dijo Dennison.
A diferencia de Macron, un Eliseo en manos de Zemmour o Le Pen significaría casi seguramente menos preocupación con asuntos que Estados Unidos considera prioritarios, como el cambio climático.
“Ellos podrían no dar prioridad al gran costo económico de mantener vivo el Acuerdo Climático de París y el potencial de limitar el calentamiento global a 1.5 por ciento”, dijo Dennison.
Migración al continente
A la luz de un enorme flujo de migrantes a Europa el año pasado, la posición de Francia sobre la migración continuará impactando fuertemente a los países en su periferia y más allá.
Eso se debe especialmente a su ubicación geográfica como escala en la travesía de muchos migrantes a Gran Bretaña.
El año pasado, 27 personas murieron al naufragar un barco con migrantes en el Canal de la Mancha, un incidente que causó una disputa entre Francia y el Reino Unido sobre quién era responsable.
Los británicos acusaron a Francia de no patrullar bien sus costas, pero Macron dijo que esa era una tarea imposible. Los observadores consideran que Francia no es especialmente abierta a los migrantes dentro del contexto europeo y ven a Macron como alguien con posiciones relativamente duras en el asunto.
Pero Zemmour y Le Pen casi seguramente lanzarían políticas mucho más severas que Macron si uno de ellos gana la elección — tales como reducir las prestaciones sociales a los no ciudadanos y limitar el número de solicitantes de asilo. Algunos candidatos han respaldado cercas fronterizas estilo Trump.