La empresa rusa Gazprom confirmó hoy haber suspendido "por completo" el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por no haber pagado las entregas en rublos, una exigencia de Moscú a los que considera países "inamistosos".
Los pagos por el suministro de gas a partir del 1 de abril deben realizarse en rublos, en virtud de una orden del Gobierno de Vladimir Putin, algo que la mayoría de los países europeos se han negado a hacer.
"Gazprom Export notificó a Bulgargaz y PGNiG la suspensión del suministro de gas a partir del 27 de abril hasta que se realice el pago de acuerdo con el procedimiento establecido por el decreto de Putin", informó la compañía rusa.
Medida de Putin contra países considerados "hostiles"
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a finales de marzo que los países "inamistosos", entre ellos Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE) -en la que el gas ruso supone el 40 % del consumo- paguen los suministros en rublos debido a las sanciones occidentales a transacciones en divisas con Moscú por su campaña militar en Ucrania.
El mecanismo ideado por Rusia para ello establece que esos países considerados hostiles deben abrir una cuenta especial en rublos y otra en divisa en Gazprombank.
La idea de Putin era que el banco ruso recibiría el pago en la divisa especificada en el contrato de suministro de gas, el euro o el dólar, y luego lo convertiría en rublos en el mercado de divisas de Moscú, el MICEX, y lo depositaría en la cuenta de rublos del comprador.
Ataques contra la acería de Azov
El Ejército ruso continúa con los ataques aéreos sobre la planta metalúrgica de Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde, según las autoridades locales, se refugian un millar de civiles y resisten cerca de medio millar de soldados del regimiento de Azov.
Los ataques además afectan a las zonas urbanas en los alrededores de la acería, donde han causado varios incendios, según el asesor del alcalde de la ciudad, Petro Andriushchenko, informa la agencia local Ukrinform.
“Los ataques aéreos en Azovstal no disminuyen. No hay silencio, pero los intentos de asalto (de las instalaciones) se repiten una y otra vez, a pesar de todas las declaraciones" y anuncios por parte de Rusia de establecer un alto el fuego en la zona, dijo el asesor.