La organización de pueblos indígenas más importante de Ecuador ha impulsado un paro en el país, en demanda de que el gobierno del presidente Guillermo Lasso baje y congele los precios de los combustibles, establezca un control de precios, además de que mejore la cobertura de la salud y la educación.
Las protestas a raíz del llamado al paro de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) han tomado fuerza después de la detención y puesta en libertad con condiciones de su principal dirigente, Leónidas Iza.
La población indígena, cuya mayoría vive en los altos de la región andina, constituye un sector tradicionalmente relegado y poco atendido por los gobiernos de turno, lo que la ha empujado a realizar protestas en diversos momentos y que han logrado poner en jaque a las autoridades. La mayor protesta anterior en Ecuador ocurrió a finales de 2019, y al igual que en la presente la figura de Iza se ha hecho presente.
El líder de las protestas
Leónidas Iza, de 40 años, es un líder indígena en el centro andino ecuatoriano que cobró importancia nacional durante las violentas protestas de octubre del 2019 en contra de un decreto presidencial que eliminaba parte de los subsidios a los combustibles y que pusieron en jaque al entonces mandatario Lenín Moreno (2017-2021).
Iza fue detenido el martes 14 de junio por instigar las actuales protestas, pero fue liberado un día más tarde por la justicia, aunque deberá enfrentar un proceso por el presunto delito de paralización de servicio público.
¿Cuáles son las demandas?
La CONAIE ha presentado 10 exigencias que, según han dicho, no son negociables. Entre ellas están el de bajar y luego congelar el precio de los combustibles. El galón de gasolina extra —la más común— cuesta 2.55 dólares el galón y los indígenas piden que baje a 2,10 dólares. Además, exigen precios más bajos para agricultores, campesinos, transportistas y pescadores.
Piden una moratoria, renegociación de deudas y reducción de las tasas de interés en el sistema financiero privado y que evite que se embarguen bienes o propiedades por falta de pago de las deudas. Además, precios “justos” en los productos agrícolas; políticas e inversión pública para frenar la precarización laboral y asegurar el sostenimiento de la economía popular.
No ampliar la frontera extractiva minera y petrolífera, en un país donde el principal producto de exportación es el petróleo. No privatización de los sectores estratégico, políticas de control de precios y la no especulación en el mercado de los productos de primera necesidad, así como un mayor presupuesto para la salud y educación.
Llaman al diálogo
El líder indígena Leonidas Iza exigió el martes una serie de condiciones al gobierno del presidente Guillermo Lasso antes de aceptar un eventual diálogo luego de nueve días de protestas convocadas por los indígenas.
En un pronunciamiento emitido por redes sociales, Iza expresó que “frente a la explosiva situación social que vive Ecuador, nos pronunciamos respecto a nuestra responsabilidad en la necesidad de dar una salida a esta crisis nacional”.
Por su parte el ministro de Gobierno de Ecuador dijo el miércoles que las autoridades no aceptan las condiciones impuestas por el sector indígena como requisito para iniciar diálogos encaminados a buscar una salida pacífica a las protestas que ya llevan 10 días y se han tornado violentas.
“No es el momento de poner más condiciones, no es el momento de exigir mayores demandas, es el momento de sentarse a conversar, estamos en el décimo día de paro", dijo el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez a la red de televisión Teleamazonas. "Y no podemos seguir esperando, la capital no puede seguir esperando, el país no puede seguir esperando”.
Piden alto a la violencia
El máximo líder de los indígenas de Ecuador convocó el jueves a los manifestantes a no cometer actos vandálicos en el marco de las protestas impulsadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas que desde hace 12 días mantiene bloqueadas vías del centro norte del país y virtualmente paralizados sectores de algunas ciudades, especialmente Quito, donde se registraron nuevos incidentes.
Leonidas Iza afirmó cerca del mediodía que “hemos dicho que son los 10 puntos, y punto, compañeros, y si por este paro se cae (el gobierno) no es nuestro problema", en referencia a la decena de demandas planteada por ese movimiento.
Los sectores estratégicos empiezan a sufrir por el movimiento
La estatal Petroecuador informó por la tarde que a causa de las protestas se ha dejado de producir cerca del 40% del petróleo, 451,914 barriles, de los campos de las provincias de Orellana y Sucumbíos, en la amazonía, y se han cerrado 781 pozos, generando pérdidas por 45 millones de dólares, según estimaciones de la empresa. La cifra no contempla los daños a la infraestructura petrolífera, robos y sabotaje de equipos, entre otras acciones, indica.
La Corporación Eléctrica del Ecuador denunció la noche del miércoles en un comunicado que más de 300 indígenas tomaron una importante estación eléctrica de la provincia de Tungurahua, clave para el sistema de alta tensión nacional, exigiendo que se desconecte. Esa instalación es básica para el abastecimiento de la ciudad portuaria de Guayaquil. Los operadores de la estación están retenidos por los manifestantes.
El edificio de la Fiscalía General amaneció con un fuerte resguardo policial y militar luego de que los manifestantes lo atacaron durante dos días seguidos, ingresaron a sus instalaciones y destruyeron algunos documentos de esa institución que lleva adelante la investigación de sonados casos de corrupción, especialmente de exfuncionarios del gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017).