Steve Bannon, antiguo asesor del expresidente estadounidense Donald Trump, fue acusado ayer en Nueva York de fraude financiero en un caso de presunta malversación y lavado de dinero para la construcción de un muro entre Estados Unidos y México.
Incluso antes de presentarse en las oficinas del fiscal del estado de Nueva York para el distrito de Manhattan, Alvin Bragg, Bannon –vestido de negro, con barba de tres días y cabello cano– había denunciado "demandas falsas contra (él) 60 días antes de las elecciones" legislativas del 8 de noviembre entre la oposición republicana y la mayoría demócrata.
Recibido por un enjambre de cámaras frente al tribunal, Bannon, quien luego apareció con las manos esposadas en la espalda en un salón del tribunal, dijo que fue "perseguido" por el sistema de justicia de Nueva York, en el que los primeros magistrados, los fiscales Letitia James y Alvin Bragg, fueron elegidos por el Partido Demócrata.
El hombre que fue asesor del republicano Trump en 2017 criticó la "politización partidista de la justicia penal".
"Es un delito obtener ganancias mintiendo a los donantes y, en Nueva York, uno es responsable por eso", dijo el fiscal Bragg en una conferencia de prensa, al revelar los cargos, incluido el de lavado de dinero, contra Bannon y la asociación We Build The Wall (Nosotros Construimos el Muro), que había recaudado unos 15 millones de dólares en EU para financiar la construcción de un muro en la frontera con México.
Esta es la cantidad estimada de "fraude" contra "miles de donantes en todo el país" que creyeron en "falsas promesas", según fiscales de Nueva York.
El muro fue una promesa de campaña de Trump, elegido Presidente en 2016, y según la fiscal, Bannon fue "el arquitecto". El exasesor se declarará "no culpable" cuando comparezca, dijo su defensor.