Un misil ruso golpeó un edificio cerca de una central nuclear en el sur de Ucrania, sin causar daños en los reactores pero sí en otras instalaciones industriales, en lo que el operador nuclear ucraniano calificó como un acto de “terrorismo nuclear”.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, había alertado de posibles ataques contra infraestructura crucial ucraniana después de que sus fuerzas sufrieran derrotas en el campo de batalla.
El misil cayó a 300 metros de la planta de Pivdenne, también conocida como Central Nuclear de Ucrania Sur, indicó Energoatom, que gestiona las centrales.
Imágenes en blanco y negro publicadas por el Ministerio ucraniano de Defensa mostraban dos grandes bolas de fuego que estallaban en sucesión.
Se trata de la segunda central nuclear más grande de Ucrania después de la de Zaporiyia, que ha sufrido reiterados ataques.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prometió a su país que no habrá tregua en la contraofensiva que ha recuperado poblados y ciudades de manos de las fuerzas rusas, mientras continúan los ataques de artillería a lo largo de Ucrania.
En tanto, el Kremlin calificó como una “mentira” los supuestos crímenes de guerra cometidos por el Ejército ruso en el noreste de Ucrania durante su reciente retirada de la provincia de Járkov.