La capital comercial de China, Shanghái, introdujo esta semana un nuevo tipo de vacuna contra el Covid-19 que se inhala en lugar de administrarse mediante inyección, lo que constituye el primer tipo de suero de este tipo en todo el mundo.
Las autoridades chinas aprobaron en septiembre la vacuna, producida por la empresa farmacéutica china CanSino Biologics, para su uso como refuerzo.
Y ahora las primeras personas están empezando a recibir la vacuna, que se inhala por la boca desde un recipiente que parece una taza de café con una boquilla corta.
“La primera línea de defensa de nuestro cuerpo es la membrana mucosa de nuestro sistema respiratorio; queremos estimularla directamente para mejorar la inmunidad y eso es lo que hace la vacuna inhalada”, dijo a Reuters el Dr. Zhao Hui, responsable médico del Hospital Familiar Unido de Shanghai Pudong.
Su hospital es uno de los que administran la nueva vacuna, que se utilizará además de las inyecciones habituales.
Erwin Loh, director médico de St. Vincents Health Australia, comentó que la llegada de las vacunas inhaladas era importante no sólo por su potencial para proteger contra la infección, sino también porque podría reducir las dudas sobre las vacunas.
“Hay una gran proporción de personas que se resisten a vacunarse porque tienen fobia a las agujas. Puede que no lo expresen, pero eso es lo que tienen en mente”, dijo.
Aumentar la aceptación de las vacunas es vital para China, que sigue siendo un caso atípico en todo el mundo, ya que se aferra a su política de “cero contagios”, cuyo objetivo es eliminar los brotes comunitarios del virus.
Shanghái, que no informó de ningún nuevo caso sintomático de coronavirus transmitido a nivel nacional el 27 de octubre y de 11 casos locales asintomáticos, sigue siendo objeto de confinamientos selectivos que afectan a los edificios residenciales y a las empresas de la ciudad.
La cuenta de WeChat del gobierno de Shanghái, al anunciar el despliegue de la vacuna inhalable esta semana, dijo que 23 millones de los 26 millones de residentes de la ciudad habían sido completamente vacunados contra el Covid-19 y más de 12 millones habían recibido dosis de refuerzo.
Según datos oficiales del Gobierno chino, más del 90% de su población ha sido vacunada. El país ha confiado en las vacunas inactivadas de producción nacional y aún no ha importado ni introducido su propia versión de una vacuna de ARNm. La vacuna inhalable es una versión en aerosol de una inyección inactiva.
Loh confía en que los resultados de la incursión de Shanghái en las vacunas inhalables animen a otros países a seguir su ejemplo.
“Creo que las vacunas inhaladas para las enfermedades respiratorias, como el Covid-19, serán el futuro”, afirmó.