Dos coches bomba explotaron el sábado en un concurrido cruce de la capital de Somalia, cerca de las principales oficinas del gobierno, dejando "decenas de víctimas civiles", dijo la policía a los medios de comunicación estatales. El atentado se produjo cinco años después de una gran explosión en el mismo lugar.
El atentado de Mogadiscio se produjo en un día en el que el presidente, el primer ministro y otros altos cargos se reunían para debatir la lucha contra el extremismo violento, especialmente por parte del grupo Al Shabab, afiliado a Al Qaeda, que suele tener como objetivo la capital.
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— Alerta Noticias (@alertanoti) October 29, 2022
Reportan decenas de muertos tras ataque con dos coches bomba en las inmediaciones de un edificio gubernamental en la capital de Somalia. pic.twitter.com/YISmHlqdcj
Un aciago recuerdo
Un periodista de Associated Press que se encontraba en el lugar de los hechos vio "muchos" cadáveres y dijo que parecían ser civiles que viajaban en transporte público. Mencionó que la segunda explosión se produjo frente a un concurrido restaurante. Las imágenes del lugar de los hechos mostraban vehículos aplastados.
El director del servicio de ambulancias Aamin dijo que habían recogido muchos heridos o muertos. Una de las ambulancias que respondieron al ataque fue destruida por la segunda explosión, añadió Abdulkadir Adan en un tuit.
El ataque se produjo en el cruce de Zobe, que fue el escenario de un enorme atentado de Al Shabab en 2017 que mató a más de 500 personas. Al-Shabab suele tener como objetivo lugares de alto perfil. La explosión del sábado se produjo cerca del Ministerio de Educación, que los extremistas asaltaron en 2015, y del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Van tras terroristas
El gobierno de Somalia ha emprendido una nueva ofensiva de alto perfil contra el grupo extremista que Estados Unidos ha descrito como una de las organizaciones más mortíferas de Al Qaeda. El presidente de Somalia la ha descrito como una "guerra total" contra ellos, que controlan amplias zonas del centro y el sur de Somalia y han sido objeto de decenas de ataques aéreos estadounidenses en los últimos años.
Los radicales han respondido asesinando a destacados líderes de clanes en un aparente esfuerzo por disuadir el apoyo a esa ofensiva gubernamental.