Un artefacto explosivo estalló en el norte de Irak, lo que dejó un saldo de, al menos, nueve policías federales muertos, quienes estaban patrullando, informaron funcionarios de seguridad.
Entre las víctimas mortales se encontraba un oficial con rango de mayor, según un tuit de un portavoz militar, Yahya Rasool. Nadie se atribuyó de momento el ataque en la aldea de Ali al-Sultan, de la provincia de Kirkuk.
El primer ministro Mohammed Shia al-Sudaniafe fue informado sobre el ataque, agregó Rasool. Se inició una investigación.
Dos funcionarios de seguridad dijeron que murieron nueve agentes y aclararon que el artefacto explosivo era una bomba. Dijeron que otros tres policías resultaron heridos en altercados con milicianos que estallaron tras la explosión, sin dar más detalles.
Los dos funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con medios.
Cabe recordar que, el miércoles pasado, tres soldados murieron al explotar una bomba durante una operación de seguridad en el distrito de Tarmiyah, al norte de Bagdad. Entre los muertos se encontraba el comandante de la Brigada 59 de Infantería.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de ese ataque tampoco, pero los remanentes del grupo Estado Islámico (EI) están activos en la zona y han reclamado ataques similares en Irak.
El EI fue derrotado y perdió todo el territorio que una vez controló en Siria e Irak. Su último bastión en Siria cayó en 2019 ante una campaña respaldada por Estados Unidos. Sin embargo, tiene células durmientes que han realizado ataques en los que han muerto decenas de personas.
En Irak, los extremistas han explotado con éxito las brechas de seguridad en una parte del norte debido a una disputa en curso entre Bagdad e Irbil, la capital de la región semiautónoma de Irak dirigida por los kurdos.