La contaminación atmosférica en Bangkok y las provincias tailandesas vecinas superó el jueves los niveles de seguridad, lo que llevó a las autoridades a instar a la población a permanecer en interiores y evitar actividades extenuantes al aire libre.
Según IQAir, una plataforma suiza de seguimiento de la calidad del aire, la concentración de partículas pequeñas y peligrosas conocidas como PM2.5 en la capital era 14 veces superior al nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que la convierte en la sexta peor del mundo.
El departamento de control de la contaminación del país dijo que las “condiciones meteorológicas estancadas” estaban exacerbando las emisiones de los vehículos y los incendios estacionales en las tierras agrícolas.
“Tenemos que intensificar (los esfuerzos para atajar la contaminación) animando a la gente a trabajar desde casa. En cuanto a las escuelas (…) puede que tengan que evitar las actividades al aire libre para prevenir el impacto en la salud de los niños”, declaró el Director General del Departamento en una rueda de prensa.
Los residentes se quejaron de la escasa visibilidad y de tener problemas para respirar.
“Siento que me arden los ojos. Apenas puedo ver cuando tengo que conducir una moto contra el viento”, dijo Kanjanaporn Yampikul, un mototaxista de 51 años.
La OMS recomienda que las lecturas medias anuales de PM2.5 no superen los 5 microgramos por metro cúbico, tras modificar sus directrices el año pasado, alegando que incluso las concentraciones bajas causan riesgos significativos para la salud. Actualmente, el nivel en Bangkok y sus alrededores es de 70.5 microgramos por metro cúbico.
Se calcula que cada año la exposición a la contaminación del aire exterior causa 4.2 millones de muertes prematuras, según la OMS.