La comunidad hispana en Denver, Colorado, podrá apreciar a partir de este viernes el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, un documento que “alteró drásticamente” a México y Estados Unidos, cuando gran parte del territorio mexicano pasó a ser estadounidense en 1848.
Dawn DiPrince, directora del museo History Colorado, que exhibirá el documento desde este viernes y hasta el próximo 23 de mayo, que “solo una vez en cada generación” se tiene la oportunidad de observar las páginas de un documento firmado hace 175 años que transformó la vida y la historia de ambos países.
“Muchas personas en Colorado dicen: ‘Yo no crucé la frontera. La frontera me cruzó a mí’. Se trata de familias que estaban en lo que hoy es Colorado antes de que fuera parte de Estados Unidos. Hoy pueden ser testigos del documento que transformó monumentalmente sus vidas”, agregó.
“Es una afirmación de las experiencias de esas familias con raíces de varias generaciones que viven en un territorio gobernado en distintos momentos por varios imperios”, subraya.
La experta se refirió así a que gran parte del suroeste de EU estuvo bajo el dominio de España, Francia, México e incluso Texas, cuando ese estado era una república independiente.
El documento, que selló la guerra méxico-estadounidense, está acompañado en la muestra de artefactos relacionados con el tratado, así como material educativo bilingüe. El conflicto se prolongó entre 1846 a 1848, con 19 grandes batallas y miles de muertos en cada uno de los ejércitos.
La firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo permitió la expansión de Estados Unidos hacia el oeste del continente y significó para México la pérdida de gran parte de su territorio (que incluía todo o parte de lo que hoy son los estados de Arizona, California, Nuevo México, Colorado, Utah, Nevada y Wyoming.)
A pesar del tiempo transcurrido, las consecuencias de ese acuerdo siguen impactando la convivencia entre México y Estados Unidos.
Por ejemplo, el tratado estableció que el Río Grande sería la frontera entre los dos países, una zona que incluso en la actualidad sigue causando fricciones relacionadas con la inmigración hacia Estados Unidos.
Exhiben en Denver el tratado Guadalupe-Hidalgo
“El Tratado es fundamental para el mundo en el que vivimos hoy, formando nuestra frontera internacional del sur y cambiando la identidad de aquellos que quedaron atrapados dentro de estas fronteras cambiantes”, explicó DiPrince, quien además es la Oficial Estatal de Preservación Histórica de Colorado.
“El Tratado aún se cita en casos legales. Por ejemplo, en uno de los primeros casos de segregación escolar de la nación, que ocurrió en Colorado en 1913. Y en la batalla judicial de varias décadas para proteger los derechos comunales de familias hispanas de acceso a pastizales y agua en La Sierra, en el condado Costilla de Colorado”, añadió.
En septiembre de 2021, tras 41 años de litigio, la corte falló a favor de los hispanos, que recuperaron el acceso a los terrenos a los que sus antepasados tenían derechos desde la firma del tratado.
El Tratado de Guadalupe-Hidalgo también se mencionó en el caso conocido como “García vs Vilsack”, una demanda judicial presentada en 2000 por cientos de granjeros hispanos contra el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que denunciaron que esta agencia federal los discriminaba en incumplimiento, entre otros, del tratado.
Aunque esa demanda quedó sin efecto en 2002, las acciones judiciales continuaron hasta 2011, cuando el USDA implementó cambios que le permitieron a los granjeros hispanos acceder a préstamos y servicios a los que antes no tenían acceso.
Más allá de su uso ante la justicia, el tratado tiene otros impactos en la vida actual de las personas, dijo DiPrince, incluyendo “desplazamiento multigeneracional de familias latinas, discriminación al comprar viviendas, discriminación en casos de renovación urbana, asimilación cultural forzada y gentrificación”.
En cuanto al documento, calificado de “insustituible” por DiPrince, sus páginas son “frágiles”, por lo cual en algunos casos se adjunta imágenes digitales para que se pueda apreciar “la autenticidad de las páginas originales es más emocional que intelectual”.
La experta enfatizó que “no hace falta estudiar historia” para apreciar la nueva exhibición” y anticipó que entre los visitantes habrá “familias multigeneracionales” que no solo experimentan todavía las consecuencias del tratado, sino que también “poseen ese conocimiento transmitido de generación en generación que nos puede enseñar a nosotros a entender el impacto del tratado”.
“De alguna manera, es difícil imaginar que estas viejas páginas escritas a mano ejerzan tanto poder sobre las tierras y las vidas de tantos en esta parte del mundo, pero este tratado alteró drásticamente la vida de muchas familias que hoy tienen sus hogares en el sur de Colorado”, puntualizó.