Publicada completa ayer por la cancillería de China, en su página web y en inglés, la iniciativa de paz para Rusia y Ucrania que defiende el gobierno de Xi Jinping, al rechazar una solución militar de las controversias y apostar por el diálogo, consta de 12 puntos y sugiere seguir esta hoja de ruta, que aquí se resume:
1) Respetar la soberanía de todos los estados. Deben observarse los principios universales del derecho internacional y de la Carta de la ONU (Organización de Naciones Unidas). Debe defenderse la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los estados miembros.
2) Renunciar a la mentalidad de la guerra fría. La seguridad de un país no debe lograrse en detrimento de otros. La seguridad de una región no debe conseguirse a través de fortalecer y ampliar los bloques militares. Hay que tomar en cuenta y respetar las preocupaciones legítimas en materia de seguridad.
3) Detener las hostilidades. Los conflictos y las guerras a nadie benefician. Todos deben apoyar a Rusia y Ucrania para que busquen la pronta reanudación del diálogo directo, que permita desescalar la situación y, a fin de cuentas, lograr un alto el fuego comprensivo.
4) Reanudar las negociaciones de paz. El diálogo y las negociaciones son la única forma de resolver la crisis ucrania. Hay que apoyar todos los esfuerzos encaminados a favorecer un arreglo político, China seguirá desempeñando un papel constructivo en este sentido.
5) Resolver la crisis humanitaria. Es necesario estimular y respaldar todas las medidas para aliviar la crisis humanitaria, observando los principios de neutralidad e imparcialidad en cada operación y concediendo que la ONU coordine la ayuda humanitaria a las zonas de conflicto.
6) Defender a la población civil y a los prisioneros de guerra. Las partes en conflicto deben respetar el derecho humanitario, no atacar a civiles ni infraestructuras no militares, proteger a las mujeres, niños y otras víctimas, respetar los derechos de los prisioneros. China apoya el intercambio de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania y exhorta a otros países a crear para ello condiciones favorables.
7) Garantizar la seguridad de las centrales nucleares. China se opone a que las centrales nucleares sean atacadas y exhorta a todas las partes a respetar el derecho internacional y apoya la labor de la OIEA (Organización Internacional de la Energía Atómica) para preservar las instalaciones que hacen posible el uso pacífico de la energía atómica.
8) Disminuir los riesgos estratégicos. No se puede usar el armamento nuclear ni desatar una guerra nuclear, hay que oponerse a la amenaza del uso de armas atómicas y hay que frenar la proliferación de este tipo de armamento. China se opone a cualquier investigación, fabricación o uso de armas químicas y biológicas por cualquier país y bajo cualquier circunstancia.
9) Contribuir a la exportación de cereales. Todas las partes deben cumplir el pacto de los cereales suscrito en Estambul y respaldar el importante papel que juega la ONU en este sentido, la cooperación en esta materia permitirá resolver la crisis alimentaria global, como propone China.
10) Cesar las sanciones unilaterales. Éstas, lejos de solucionar el problema, crean más. Se debe dejar de abusar de las sanciones unilaterales, tratar de ayudar a quitar tensión en la crisis ucrania y crear condiciones para impulsar las economías en desarrollo.
11) Apoyar la estabilidad de las cadenas de producción y suministros. Todos los países deben estar interesados en apoyar el actual sistema económico mundial y rechazar que se utilice como instrumento o arma con fines políticos, aunando esfuerzos para evitar que la crisis afecte la cooperación internacional en materia de energéticos, finanzas, alimentos y transportes.
12) Contribuir a la reconstrucción posconflicto. China está dispuesta a desempeñar un papel activo y constructivo en la tarea de reconstruir las zonas de conflicto al terminar éste.
Las propuestas chinas no precisan de qué manera se podría sacar del punto muerto los puntos 3 (detener las hostilidades) y 4 (reanudar las negociaciones de paz), cuando Ucrania pone como condición previa que Rusia retire por completo sus tropas de todo su territorio y ésta exige que aquélla se rinda y reconozca la pérdida de al menos 20 por ciento de sus tierras.
La cancillería rusa este viernes mediante un comunicado afirma, por un lado, que Moscú “comparte las consideraciones de Pekín” y, a la vez, subraya que Kiev debe “reconocer las nuevas realidades territoriales”, eufemismo por la anexión de cuatro regiones ucranias en septiembre.
Y del otro lado de las barricadas, el asesor del presidente Zelensky, Mykhailo Polodyak, consideró que el planteamiento de China, en caso de llevarse a la práctica, “congelaría la guerra y conduciría a la derrota de Ucrania”.
La iniciativa del gobierno de Xi Jinping también recibió críticas por parte del consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, quien declaró a la cadena CNN que el documento “podría haberse detenido en el primer punto”, porque “la guerra podría terminar mañana si Rusia dejara de atacar a Ucrania y retirara sus fuerzas”.
Desde la instancia rusa equivalente a la de Sullivan, Dimitri Medvediev, subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, ajeno al debate de la propuesta china, lanzó ayer en las redes sociales este mensaje a favor de continuar la guerra:
“Es fundamental alcanzar todos los objetivos de la operación militar especial, alejar hasta las fronteras más remotas posibles, aunque sean las de Polonia, todo lo que pone en peligro la seguridad de nuestro país, destruir el neonazismo hasta los cimientos para después no perder el tiempo atrapando a los restos de las bandas de seguidores de (Stepan) Bandera (líder ultranacionalista ucranio que colaboró con el ejército hitleriano en la Segunda Guerra Mundial) en los bosques de Malorossiyia (Rusia Menor, como llaman a Ucrania quienes consideran que no debe de existir como país independiente).
Y por si fuera poco, la cancillería advirtió que Moscú “responderá debidamente a cualquier provocación militar del régimen de Kiev” en la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia, donde Rusia mantiene un contingente militar, sugiriendo que el ejército ucranio podría “estar planeando un ataque al concentrar soldados y armas cerca de su frontera”.
El gobierno moldavo desmintió que haya una “amenaza militar directa” de Ucrania sobre su país y calificó de “falsas” las informaciones que “sólo buscan sembrar el pánico” para desestabilizar la situación.