Al menos 59 personas murieron, incluyendo 12 niños, cuando una embarcación que transportaba migrantes desde Turquía a Europa se estrelló contra unas rocas cerca de la costa del sur de Italia a primera hora del domingo, informaron autoridades.
El incidente reabrió un debate sobre la migración en Europa e Italia, donde las nuevas y duras leyes del gobierno de derecha para organizaciones benéficas de rescate de inmigrantes han generado críticas de las Naciones Unidas y otros.
El número provisional de muertos es de 59, pero se espera que aumente, dijo a los periodistas la ministra del Interior, Wanda Ferro.
Manuela Curra, funcionaria del gobierno provincial, dijo a la agencia de noticias Reuters que 81 personas sobrevivieron, con 20 hospitalizadas, incluida una persona en cuidados intensivos.
Mientras los servicios de emergencia buscaban en el mar y la costa en un clima tormentoso, Curra dijo que los sobrevivientes afirmaron que había entre 140 y 150 personas a bordo, lo que sugiere que algunas estarían desaparecidas.
El barco, que transportaba personas de Afganistán, Irán y varios otros países, se hundió en condiciones de mar embravecido cerca de Steccato di Cutro, un balneario en la costa este de Calabria, la región que forma la punta de la bota de Italia.
Había zarpado de Izmir, en el oeste de Turquía, hace unos cuatro días y fue descubierto a unos 74 kilómetros de la costa el sábado por la noche por un avión operado por la agencia fronteriza de la Unión Europea, Frontex, dijo la policía italiana.
Se movilizaron lanchas patrulleras para interceptarlo, pero el mal tiempo los obligó a regresar al puerto, dijo la policía, y agregó que las autoridades movilizaron unidades de búsqueda a lo largo de la costa.
Entre los primeros migrantes encontrados en la playa había un bebé de unos meses, según la agencia de noticias ANSA.
“Cuando llegamos al punto del naufragio vimos cuerpos flotando por todas partes y rescatamos a dos hombres que sostenían a un niño”, dijo a ANSA la médica de urgencias Laura De Paoli, quien agregó que el niño de siete años estaba muerto.
Con la voz entrecortada, el alcalde de Cutro, Antonio Ceraso, dijo al canal de noticias SkyTG24 que había presenciado “un espectáculo que no querrías ver en tu vida… una visión espantosa… que se te queda grabada para toda la vida”.
Los restos de la goleta de madera, un velero turco, quedaron esparcidos por una gran extensión de costa.
Un sobreviviente fue arrestado por cargos de tráfico de inmigrantes, dijo la policía de aduanas de la Guardia di Finanza.
Falsa perspectiva de seguridad
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su “profundo pesar” por las muertes y culpó a los traficantes de personas que se benefician mientras ofrecen a los inmigrantes “la falsa perspectiva de un viaje seguro”.
“El Gobierno se compromete a impedir las salidas, y con ellas el desarrollo de estas tragedias, y lo seguirá haciendo, en primer lugar, pidiendo la máxima colaboración a los países de salida y de origen”, dijo.
La administración de Meloni ha dicho que las organizaciones benéficas de rescate de migrantes están alentando a los migrantes a realizar el peligroso viaje por mar a Italia y, a veces, trabajan en asociación con los traficantes.
Las organizaciones benéficas rechazan enérgicamente ambas acusaciones.
“Bloquear a las ONGs en el Mediterráneo tiene un solo efecto: Más muertes en el mar“, tuiteó la organización benéfica española de rescate de inmigrantes Open Arms en reacción al naufragio del domingo.
Sin embargo, la costa frente a Calabria no es patrullada de forma rutinaria por barcos de ONG, que operan en las aguas del sur de Sicilia. Eso sugiere que habría sido poco probable que interceptaran a los migrantes náufragos independientemente de la represión de Meloni.
Un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas apeló en Twitter al fortalecimiento de las operaciones de rescate en el Mediterráneo. Flavio Di Giacomo también pidió la apertura de “canales de migración más regulares” a Europa y la acción para “abordar las múltiples causas que empujan a las personas a probar los cruces marítimos”.
Más temprano el domingo, el Papa Francisco, hijo de inmigrantes italianos en Argentina y un firme defensor de los derechos de los migrantes, dijo que rezaba por las víctimas del naufragio.
Italia es uno de los principales puntos de desembarco de los inmigrantes que intentan entrar en Europa por mar, y muchos buscan viajar a los países más ricos del norte de Europa. Pero para hacerlo, deben enfrentarse a la ruta migratoria más peligrosa del mundo.
El Proyecto de Migrantes Desaparecidos de las Naciones Unidas ha registrado más de 17,000 muertes y desapariciones en el Mediterráneo central desde 2014. Más de 220 han muerto o desaparecido este año, estima.