Un millón de vidas podrían estar en riesgo de tuberculosis para el año 2025 si no se toman medidas, según un informe de la ONU. Este estudio destaca que la mayoría de las víctimas podrían ser niños.
Sin embargo, hay una esperanza para prevenir esta tragedia. Implementar una estrategia de identificación de posibles contactos de la enfermedad en los hogares y proporcionar tratamientos preventivos resulta rentable y podría salvar hasta 850 mil vidas para 2035. Esta valiosa información proviene de un estudio realizado por Unitaid, en colaboración con la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos y el Instituto Aurum.
La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortal del mundo, a pesar de ser prevenible y curable. Se propaga a través del aire cuando una persona infectada tose, estornuda o escupe, y suele afectar principalmente los pulmones. Solo en 2021, la enfermedad causó la muerte de 1.6 millones de personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que alrededor de una cuarta parte de la población mundial está infectada con tuberculosis y corre el riesgo de desarrollar la forma activa y grave de la enfermedad.
Por suerte, desde 2017, los precios del tratamiento han disminuido en más del 70%, lo que facilita la prevención y cura de la enfermedad. Los tratamientos también se han vuelto más cortos, lo que permite una curación más temprana para aquellos que están infectados antes de que la enfermedad se active, según informa Unitaid.
El estudio también muestra que proporcionar un tratamiento de 12 semanas llamado 3HP podría reducir en un estimado del 13% la cantidad de contactos que desarrollan la tuberculosis.
Unitaid hace un llamado urgente a un mayor compromiso y apoyo financiero para prevenir la enfermedad y las muertes por tuberculosis. En septiembre de este año, líderes mundiales se reunirán en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis para discutir sobre este importante tema.