Este miércoles el Ejército de Níger anunció que derrocó al presidente del país, Mohamed Bazoum, debido a la continua degradación de la situación de seguridad y la mala gestión económica y social. El golpe fue llevado a cabo por un grupo autodenominado Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), cuyos representantes leyeron tres comunicados en la televisión nigerina.
En los comunicados, los militares suspendieron todas las instituciones de la Séptima República y afirmaron que las fuerzas de defensa y seguridad están a cargo de la situación. También se anunció el cierre de las fronteras terrestres y aéreas hasta que la situación se estabilice. Además, se impuso un toque de queda desde las 22:00 hasta las 5:00 horas en todo el territorio.
El coronel mayor Amadou Abramane, en nombre del "presidente del CLSP", aseguró que respetarán los compromisos firmados por Níger y se comprometieron a no interferir con las autoridades derrocadas en términos de integridad física y moral, acorde con los principios de los derechos humanos.
Tras una confusión sobre el paradero del presidente Bazoum y su sistema político, el coronel Abramane puso fin a la incertidumbre. La intentona golpista comenzó con el cierre del Palacio Presidencial con el presidente dentro, seguido de un anuncio en Twitter de la Presidencia de Níger sobre una acción "antirrepublicana" llevada a cabo por elementos de la Guardia Presidencial.
En el pasado, ya se había frustrado un intento de golpe militar contra Bazoum en marzo de 2021, dos días antes de su investidura.
Ante este escenario, los partidos que conforman el Gobierno de Níger instaron a los golpistas a deponer las armas, y al pueblo nigerino, a movilizarse masivamente para defender la democracia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, mostró su apoyo y solidaridad al presidente derrocado, condenando la violación de la legitimidad constitucional en el país, respaldando así la postura de varios países y bloques regionales.
Es importante destacar que Níger es uno de los países más pobres del mundo, enfrentando desafíos como la violencia yihadista, el cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas.