Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos (2017 y 2021), se presentó ante una corte en Washington D.C. este jueves y se declaró inocente de varios cargos penales derivados de su supuesto intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020.
La jueza Moxila Upadhyaya aceptó dejar en libertad al exmandatario, pero estableció condiciones para su liberación y programó la siguiente audiencia para el 28 de agosto.
Trump, quien tiene 77 años, enfrenta cuatro cargos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial, y conspiración contra derechos.
Las acusaciones surgieron como resultado de una investigación liderada por el fiscal especial Jack Smith, la cual Trump ha calificado de "caza de brujas".
El exmandatario se entregó a las autoridades y fue arrestado formalmente alrededor de las 15:45 horas, hora local, acompañado por sus abogados Todd Smith y John Lauro.
El fiscal especial Jack Smith también estuvo presente en la sala del tribunal.
En la audiencia, se contó con la presencia de tres oficiales que estuvieron en servicio durante los disturbios del Capitolio del 6 de enero: el oficial de Policía Metropolitana Daniel Hodges, el exoficial de policía del Capitolio Aquilino Gonnell y el oficial de policía del Capitolio Harry Dunn, según informaron varios medios.
Previamente, en su plataforma Truth Social, Trump afirmó que ser arrestado por cuestionar unas elecciones corruptas, amañadas y robadas era un "gran honor".
A diferencia de sus comparecencias anteriores en Miami y en Manhattan, Trump no fue esposado ni fotografiado por razones de perfil alto y bajo riesgo de fuga.
La acusación de 45 páginas presentada por el Departamento de Justicia el martes, alega que Trump tomó numerosas medidas para subvertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 al hacer falsas acusaciones de fraude generalizado, a sabiendas de su falsedad.
La acusación también detalla cómo él y seis coconspiradores presionaron a funcionarios estatales y federales durante dos meses después de noviembre de 2020 para ayudar en sus esfuerzos y diseñaron un plan para reclutar a electores fraudulentos que votaran por Trump en lugar del presidente Joe Biden.
Además, se menciona cómo Trump alentó a sus seguidores en Washington D.C. el 6 de enero, mientras el Congreso certificaba los resultados del Colegio Electoral, y se negó a pedirles que se retiraran después de que irrumpieron en el Capitolio, aunque no se le acusa de delitos relacionados con la insurrección.