Este viernes el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que forma parte de la Organización de Naciones Unidas, llevó a cabo una inspección en la planta de energía nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, la cual está bajo control de Rusia. Durante la inspección, los expertos de la organización no encontraron minas ni explosivos en los techos de los edificios de los reactores tres y cuatro, ni en las salas de turbinas de la planta.
Anteriormente, Ucrania había acusado a Moscú de planear una "provocación" al afirmar que habían colocado objetos similares a artefactos explosivos en los techos de los reactores tres y cuatro. El Kremlin, por su parte, advirtió sobre la posibilidad de un "acto subversivo" por parte de Ucrania con graves consecuencias.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, destacó que su equipo pudo acceder a la planta sin impedimentos el jueves pasado, después de realizar múltiples solicitudes previas. Sin embargo, el organismo todavía busca obtener acceso a los techos de las otras cuatro unidades de la planta para continuar su verificación.
Ante las acusaciones cruzadas entre Kiev y Moscú, el OIEA insistió en la importancia de un mejor acceso para verificar los hechos de manera independiente y objetiva en el terreno.
El señor Grossi reiteró su llamado a todas las partes involucradas a evitar acciones que puedan ocasionar un accidente nuclear con graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente.
La planta de Zaporiyia es la instalación nuclear más grande de Europa y ha estado bajo el control de las fuerzas rusas desde el 4 de marzo de 2022, tras ser atacada. También ha experimentado varias desconexiones de la red eléctrica, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles riesgos nucleares.