La disminución alarmante de la natalidad en Japón está superando las estimaciones iniciales, avanzando ocho años más rápido de lo previsto. Según la Embajada de Japón en México, si esta tendencia persiste, para el año 2030, la población joven podría reducirse a un ritmo dos veces más acelerado que en la actualidad.
Para hacer frente a esta crisis demográfica, el país nipón ha implementado un ambicioso programa de ayuda valorado en 25 mil millones de dólares. El Primer Ministro Fumio Kishida, en un esfuerzo por revertir la caída en los índices de natalidad, ha presentado este plan integral.
El programa, que abarca una amplia gama de iniciativas, busca no solo incentivar el nacimiento de nuevos ciudadanos japoneses, sino también mejorar la calidad de vida de las familias jóvenes.
Entre las medidas destacadas se incluyen el aumento de los ingresos para los jóvenes, el apoyo financiero a la crianza de los hijos, asistencia en la vivienda para familias con niños, la reducción de los costos educativos y la promoción de horarios laborales flexibles.
"Lo que pretendo conseguir es una sociedad en la que los jóvenes puedan, como les plazca, casarse y, si lo desean, tener hijos y criarlos sin sentirse estresados, y una sociedad en la que los niños, independientemente de su entorno, son igualmente valorados", dijo Kishida.
La transformación requerida para lograr estos objetivos involucra cambios tanto en la estructura social como en la mentalidad de la población. Kishida enfatizó la necesidad de eliminar los obstáculos que impiden a hombres y mujeres equilibrar el desarrollo profesional y la crianza de los hijos, lo que con frecuencia lleva al aplazamiento de la formación de familias.
Actualmente, Japón cuenta con una población de 125 millones de habitantes, pero en 2022 el país experimentó un número de nacimientos menor a 800 mil, marcando un mínimo histórico. Las autoridades niponas han señalado que una de las razones subyacentes de esta disminución es el aumento en la proporción de personas solteras, en combinación con las presiones económicas que enfrentan los jóvenes.
El gobierno tiene entre sus principales prioridades el aumento de los salarios para aliviar esta presión económica. Además, se reconoce que es esencial crear un entorno donde las parejas puedan colaborar en la crianza de los hijos, con el respaldo tanto de los lugares de trabajo como de la comunidad local.
Para lograr esto, el gobierno planea aumentar la participación de los hombres en la licencia por cuidado de hijos en un 50% para el año fiscal 2025 y en un 85% para el año fiscal 2030. También se impulsará la licencia de paternidad entre los servidores públicos nacionales, con la meta de que al menos el 85% de los hombres elegibles tomen una licencia de una semana o más para el año fiscal 2025.
"Aumentaremos la tasa de beneficios a 100% del salario neto cuando tanto hombres como mujeres tomen la licencia para el cuidado de los hijos durante un cierto periodo inmediatamente después del parto", explicó el premier nipón.
Con ello, buscan que los padres críen a sus hijos y compartan las tareas del hogar, y así reduzcan el impacto en el desarrollo de sus carreras y en la disminución de sus ingresos.
Finalmente, se propone la implementación de horarios flexibles que permitan a los trabajadores regresar a sus hogares a las 17:00 horas o incluso optar por el teletrabajo, todo con el propósito de permitir un tiempo de calidad con los hijos durante la "hora punta de la vida".