Los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania han expresado sus sospechas de que el reciente accidente aéreo, ocurrido este miércoles y que resultó en la trágica muerte de Yevgeni Prigozhin, el exlíder del Grupo Wagner, fue orquestado por Rusia. Prigozhin, cuya reputación sufrió un golpe tras su breve intento de rebelión hace dos meses, perdió la vida en el accidente aéreo en la región rusa de Tver.
Las declaraciones emitidas por el responsable de inteligencia ucraniana, Andri Yusov, han subrayado que la noción de un accidente fortuito es "propaganda rusa" y han calificado el evento como un "acto terrorista deliberado". Yusov ha señalado que si bien todavía las informaciones que afirman que Prigozhin iba en ese avión deben verificarse "minuciosamente", el escenario más probable es que viajara en el aparato siniestrado.
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No obstante, las afirmaciones de Yusov no se detuvieron ahí. Al abordar la situación actual en la región y el trágico suceso, él sugirió que el accidente es una muestra de los métodos aplicados por un "Estado fallido". En sus palabras, "los rusos se comen unos a otros, solo que cocinados de varias maneras, algunos se cuecen a fuego lento, otros se fríen rápidamente, o crudos, o simplemente salados". Este comentario podría ser una referencia velada al pasado de Prigozhin en la industria de la restauración, lo que le llevó a ser apodado como el "cocinero de Putin".
A pesar de la gravedad de estas acusaciones, los aliados clave de Ucrania han adoptado una postura cautelosa en medio de estos nuevos desarrollos. La comunidad internacional observa con escepticismo la situación, si bien es una creencia generalizada que en Rusia, nada sucede sin el conocimiento y aprobación del presidente Putin.