El huracán Idalia, ahora clasificado como categoría 1, ha desatado su furia sobre el oeste de Cuba este martes, desencadenando una serie de problemas climáticos. Intensas lluvias, inundaciones repentinas, ráfagas de viento violentas y cortes de energía han afectado principalmente la provincia de Pinar del Río.
Los efectos devastadores del huracán han dejado a casi todo el territorio pinareño sin electricidad desde la noche anterior. Los poderosos vientos de Idalia golpearon la tierra cubana en el cabo de San Antonio, el extremo occidental de la isla, el pasado lunes alrededor de las 21:00 hora local (01:00 GMT del martes), antes de poner rumbo hacia Florida, Estados Unidos.
En su informe más reciente, el Instituto Meteorológico (Insmet) de Cuba advirtió sobre la persistencia de lluvias en la región occidental. Se pronostica que estas lluvias puedan ser de gran intensidad en las próximas horas, lo que agrava la situación en un área ya afectada por el huracán.
Idalia ha experimentado un fortalecimiento significativo en términos de fuerza, organización y velocidad en las últimas horas. Como resultado, la Defensa Civil ha elevado el nivel de alerta a "alarma" en Pinar del Río, Artemisa y el municipio especial Isla de la Juventud. Esta fase de "alarma" representa la tercera etapa en el sistema de cuatro fases utilizado por las autoridades cubanas para categorizar eventos climáticos de esta magnitud.
También se han registrado fuertes marejadas en el oeste y el suroeste de Cuba que han provocado la entrada del mar en algunas zonas bajas. Varios miles de personas han sido evacuadas de forma preventiva.
Esta tormenta trae recuerdos amargos a la isla, poco menos de un año después del azote del huracán Ian, que con categoría 3 atravesó precisamente la provincia de Pinar del Río de sur a norte a finales de septiembre de 2022.
Ian causó la muerte de al menos cinco personas y dejó considerables daños materiales en más de 100,000 viviendas, muchas de las cuales aún no han sido reparadas, según cifras oficiales.
Además dañó el suministro de agua potable, afectó gravemente a la agricultura, especialmente en el cultivo de Tabaco -el producto agrícola estrella de Pinar del Río- y propició el colapso total del Sistema Eléctrico Nacional, provocando un apagón general en la isla del que se tardó días en salir.