En un esfuerzo por hacer frente a la crisis migratoria y combatir el tráfico de fentanilo, la canciller mexicana Alicia Bárcena subrayó la necesidad de un enfoque regional durante el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) entre México y Estados Unidos celebrado en Washington.
Bárcena enfatizó que el problema migratorio no se origina en las fronteras de México y Estados Unidos, sino que se extiende desde el sur del continente, desde Ecuador hasta Venezuela y Haití.
Durante una conferencia de prensa en línea que contó con la presencia de funcionarios de alto nivel de ambos países, Bárcena discutió las acciones conjuntas que se están tomando para controlar el flujo migratorio y ofrecer opciones de desarrollo a las personas en la región. También se exploró la posibilidad de retornar a migrantes ecuatorianos, venezolanos y colombianos desde México.
La canciller hizo hincapié en la importancia de controlar el tráfico de fentanilo, un problema que afecta profundamente a la comunidad estadounidense.
Manifestó que el gobierno mexicano está comprometido en abordar todas las etapas de la cadena de suministro de drogas sintéticas, desde su origen en China hasta la entrada a México y el paso fronterizo hacia Estados Unidos.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, respaldó los esfuerzos conjuntos y destacó que el fentanilo es el asesino número uno de estadounidenses de entre 18 y 45 años. Ambos países asumen un papel de liderazgo en la lucha internacional contra el tráfico de opioides sintéticos.
Además, Blinken reconoció la responsabilidad de Estados Unidos en lo que respecta al flujo de armas que alimenta la violencia en los carteles del narcotráfico en México.