Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense Joe Biden, compareció este martes ante un juez y se declaró no culpable de los tres cargos que se le imputan relacionados con la compra ilegal de un revólver en 2018 y mentir sobre su adicción al crack.
La audiencia, que duró aproximadamente media hora, tuvo lugar en una corte federal en Wilmington, Delaware, y atrajo una gran atención de los medios de comunicación y un fuerte dispositivo de seguridad.
Los cargos contra Hunter Biden incluyen dos acusaciones de declaraciones falsas, una por marcar una casilla en un formulario en la que afirmaba no ser adicto a las drogas y la otra por proporcionar información falsa a la tienda sabiendo que era incorrecta. El tercer cargo se refiere a la posesión ilegal del arma a pesar de ser consciente de su adicción a las drogas.
Aunque estos cargos podrían resultar en una pena máxima de 25 años de cárcel, la sentencia suele ser menos severa para quienes carecen de antecedentes penales, como es el caso de Hunter Biden.
La defensa de Hunter había solicitado que compareciera por videoconferencia para ahorrar gastos de desplazamiento, pero el juez determinó que debía presentarse en persona, sin recibir un trato especial.
La historia de Hunter Biden incluye una lucha pública contra la adicción al alcohol y las drogas, agravada por la muerte de su hermano Beau en 2015. En sus memorias, publicadas en 2021, Hunter relató su difícil batalla con la adicción al crack durante el período en que compró la pistola en cuestión.
Estos cargos son el resultado de una investigación que se inició en 2018 durante la administración de Donald Trump y que ha sido utilizada por el expresidente para atacar a Joe Biden. La investigación, que ya lleva cinco años, estuvo cerca de llegar a un acuerdo, pero finalmente colapsó, y Hunter Biden se enfrenta ahora a un juicio que podría tener lugar durante la campaña presidencial de 2024.
Además, el fiscal especial David Weiss, nombrado por Trump para liderar la investigación, tiene la autoridad para elaborar un informe sobre su investigación que podría hacerse público durante la campaña electoral.
Esta disputa legal se desarrolla paralelamente a una investigación de juicio político en el Congreso, donde la mayoría republicana de la Cámara Baja acusa a Joe Biden de haber utilizado su influencia política para favorecer los negocios en el extranjero de su hijo Hunter, una acusación que la Casa Blanca ha negado en múltiples ocasiones.