El grupo islamista palestino Hamas desató un fuerte ataque contra Israel este sábado, marcando uno de los episodios más devastadores en la región en años.
El ataque combinó una incursión de hombres armados en el territorio israelí con un intenso bombardeo de cohetes desde la Franja de Gaza, dejando un saldo de al menos 200 personas muertas y decenas de rehenes en su estela.
Israel, es respuesta, lanzó una serie de ataques aéreos masivos en el interior de la Franja de Gaza, resultando en la trágica pérdida de 232 palestinos y dejando a mil más heridos, según el Ministerio de Salud palestino.
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El gobierno israelí también advirtió de represalias sin precedentes en respuesta a esta ofensiva.
"Los hospitales de la franja de Gaza han recibido hasta ahora 232 mártires y mil 697 personas con heridas de distinto grado por la agresión israelí", indicó en un comunicado el ministerio.
"Nuestro enemigo pagará un precio que nunca ha conocido", dijo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. "Estamos en guerra y la ganaremos".
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, anunció que este asalto no se limitaría a Gaza, sino que se extendería a Cisjordania y Jerusalén.
"Esta fue la mañana de la derrota y la humillación para nuestro enemigo, sus soldados y sus colonos", dijo. "Lo ocurrido revela la grandeza de nuestra preparación y la debilidad del enemigo".
En las cercanías de Gaza, en el sur de Israel, los cuerpos sin vida de civiles israelíes quedaron esparcidos por las calles de Sderot, rodeados de vidrios rotos.
El impacto fue devastador: una mujer y un hombre fueron encontrados sin vida en los asientos delanteros de un automóvil, mientras que otro vehículo militar pasó junto a los cadáveres de una mujer y un hombre sumergidos en un charco de sangre detrás de otro vehículo.
Según informes de la cadena israelí N12 News, al menos 200 personas perdieron la vida en estos ataques. Un fotógrafo de Reuters presenció varias escenas desgarradoras en las calles de Sderot, en el sur de Israel.
El Ministerio de Sanidad de Israel confirmó que al menos 1,100 israelíes resultaron heridos en estos trágicos sucesos.
Las fuerzas de seguridad israelíes revelaron que se enfrentaron a 21 incidentes activos de tiroteos con atacantes infiltrados, y que su armada había abatido a docenas de palestinos que intentaron ingresar al país por vía marítima.
