Herat, Afganistán - El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha informado sobre un nuevo terremoto que sacudió la provincia de Herat en Afganistán, con una magnitud de 6.3 en la escala Richter.
Este devastador evento sísmico se produjo después de una serie de sismos que el sábado pasado dejaron una trágica cifra de más de 2,400 personas fallecidas.
Te podría interesar: Más de 4,500 víctimas en Afganistán por terremotos devastadores
El temblor de magnitud 6.3 tuvo su epicentro a una profundidad de 10 kilómetros y se registró a las 05:10 hora local (02:40 hora peninsular española), este miércoles por la mañana. Posteriormente, se sintió una réplica de magnitud 5, seguida por otros dos sismos de 5.0 y 4.1 de magnitud, todos con epicentros muy cercanos.
El saldo de esta serie de eventos sísmicos es desolador, con más de 12,000 personas afectadas y al menos 20 pueblos completamente destruidos. Organizaciones humanitarias y el gobierno han confirmado que el número de fallecidos supera las 2,400 personas, y más de 2,000 resultaron heridas.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado que al menos 12,110 personas, incluyendo 1,730 familias, han resultado afectadas por el terremoto en cinco distritos de la provincia de Herat. El distrito más afectado, Zindah Jan, ha sufrido pérdidas totales en el 100% de las viviendas, y se continúa la búsqueda de 485 personas, incluyendo 294 mujeres.
El Gobierno de los talibanes estima que alrededor de 4,500 personas han perdido la vida o están heridas debido al terremoto, aunque señalan que es difícil precisar el número exacto de víctimas. Hasta el momento, el recuento oficial de fallecidos supera los 2,400.
Además de las víctimas humanas, más de 20 aldeas quedaron completamente destruidas, dejando a la población en una situación desesperada en busca de alimentos, refugio y ayuda no alimentaria.
Esta serie de sismos es la peor tragedia que han enfrentado los talibanes desde que tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021. Afganistán se encuentra en una situación económica crítica, sin acceso al sistema financiero y con reservas internacionales limitadas, lo que hace que la ayuda humanitaria sea aún más crucial en este momento de crisis.
Este desastre natural se posiciona como el tercer terremoto más mortífero en Afganistán desde 1998, dejando a la comunidad internacional con la responsabilidad de brindar apoyo urgente a las víctimas y ayudar en la reconstrucción de la región afectada.
