El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha admitido públicamente que la isla está enfrentando una "situación muy compleja" en su economía después de los impactos de la pandemia de COVID-19.
En una entrevista con la televisión cubana, Díaz-Canel acusó a Estados Unidos de ejercer una "asfixia económica" sobre el país con el objetivo de socavar la Revolución cubana y dividir a la población y la dirección del país.
Díaz-Canel destacó que esta presión se ha manifestado a través de una intensificación del bloqueo estadounidense y una campaña de subversión en las redes sociales para desprestigiar al gobierno y sus acciones.
La situación, según el presidente cubano, se ha vuelto particularmente grave desde el segundo semestre de 2019 y se vio agravada por las políticas de la administración de Donald Trump, que endurecieron el embargo y añadieron a Cuba a la lista de países que patrocinan el terrorismo.
"Esto nos cortó todas las otras formas de financiamiento que podíamos tener", señaló Díaz-Canel. Además, la llegada de la pandemia ha afectado gravemente las principales fuentes de ingresos de Cuba, incluyendo las remesas, el turismo y las importaciones, lo que ha llevado a una baja disponibilidad de divisas.
El presidente cubano también abordó las críticas sobre la implementación de una reforma monetaria durante la pandemia, que se ha culpado por un aumento significativo de la inflación. Díaz-Canel aseguró que el gobierno está dispuesto a corregir los errores de esta reforma en el menor tiempo posible.
Cuba se encuentra actualmente en su peor crisis económica en tres décadas, con escasez de alimentos, medicamentos y combustible, y está experimentando un éxodo migratorio sin precedentes.
Según datos oficiales, la producción agropecuaria ha caído un 35 por ciento entre 2019 y 2023, y el gobierno ha reconocido que importa el 100 por ciento de la canasta básica del país.