La Enfermedad del Venado Zombi, conocida como Caquexia Crónica (CWD por sus siglas en inglés), ha llegado a Estados Unidos, generando una alarma entre las autoridades y cazadores.
La semana pasada, se identificó el primer caso en el Parque Nacional Yellowstone, y en las últimas horas, un siervo en Tennessee dio positivo, lo que ha llevado a las autoridades estadounidenses a emitir alertas en todo el país.
La principal preocupación se centra en áreas donde se practica la cacería y la movilización de animales.
El Departamento de Conservación Ambiental (DEC) de Nueva York ha advertido a los cazadores sobre la posibilidad de introducir la CWD involuntariamente si traen cadáveres o partes de ciervos desde fuera de Nueva York o utilizan productos de orina naturales que contengan priones de esta enfermedad.
Como medida preventiva, se recomienda deshuesar a los animales cazados fuera de Nueva York y evitar el uso de productos de orina naturales.
Jack Taylor/Getty Images
La División de Vida Silvestre en Georgia también ha emitido precauciones sobre la movilidad de animales cazados fuera del estado. En el condado de Lewis, Tennessee, se confirmó el primer caso positivo de CWD en un ciervo de crianza.
La enfermedad afecta el sistema nervioso de los cérvidos, incluyendo venados de cola blanca, venados bura, alces y alces. Se ha destacado que la enfermedad se propaga a través de fluidos corporales y el contacto con tierra, plantas, alimentos o agua contaminados.
Los síntomas en los animales infectados incluyen una pérdida significativa de peso, falta de coordinación, apatía, babeo, sed o micción excesiva, orejas caídas y falta de miedo hacia las personas. Para prevenir la propagación de la enfermedad, se insta a los cazadores a estar alerta ante estos síntomas y a utilizar guantes al manipular carne de caza.
Además, se han establecido normativas y prohibiciones que afectan la importación de ciervos vivos y otros cérvidos, así como la entrada de cadáveres y subproductos.
Los organismos de conservación también han aconsejado a la población no alimentar a los ciervos salvajes, ya que esto podría contribuir a la propagación de la CWD.