Corea del Norte anunció este martes la puesta en órbita con éxito de su primer satélite espía, desafiando las condenas internacionales lideradas por Estados Unidos y sus aliados. A pesar de la noticia, las autoridades de Corea del Sur y Japón se mantienen escépticas y no pueden verificar de inmediato si el satélite realmente alcanzó la órbita deseada.
El régimen norcoreano había notificado previamente a Japón sobre sus planes de lanzar un satélite entre el miércoles y el primero de diciembre, después de dos intentos fallidos a principios de este año para poner en órbita satélites a los que denominaron "espía".
Según la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial del Norte, el satélite, denominado Malligyong-1, fue lanzado exitosamente a las 10:42 p.m. desde las instalaciones de lanzamiento de satélites de Sohae y entró en órbita a las 10:54 p.m.
Este lanzamiento marca el primero desde la reunión del líder norcoreano, Kim Jong Un, con Vladímir Putin en septiembre, en la que el presidente ruso prometió asistencia a Pyongyang en la construcción de satélites.
El anuncio del martes ha provocado una fuerte reacción internacional, con la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, calificándolo como "una flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que eleva las tensiones y pone en riesgo la estabilidad regional y más allá".
Kim Jong Un personalmente supervisó el lanzamiento, según la agencia norcoreana KCNA, y este evento ocurre justo una semana antes de que Corea del Sur tenga programado enviar su primer satélite espía al espacio a bordo de un cohete Falcon 9 operado por la empresa estadounidense SpaceX.
KCNA afirmó que el lanzamiento del satélite de reconocimiento es un "derecho legítimo" de Corea del Norte para fortalecer sus capacidades de autodefensa y prepararse ante lo que consideran "peligrosos movimientos militares" de sus enemigos.
Los analistas advierten que incluso un sistema de satélites rudimentario podría otorgar a Corea del Norte la capacidad de vigilar a distancia las tropas estadounidenses, surcoreanas y japonesas.
El ejército surcoreano ha informado que el cohete probablemente transportaba un satélite espía y se lanzó hacia el sur, mientras que el gobierno japonés emitió una advertencia de emergencia a los residentes del sur ante la posible amenaza de un misil norcoreano.
Con este lanzamiento, Corea del Norte continúa desafiando las normas internacionales y aumentando las tensiones en la región, lo que podría tener importantes repercusiones en la situación geopolítica en Asia.
Corea del Sur, por su parte, está considerando la suspensión de partes de un acuerdo intercoreano de 2018 destinado a reducir las tensiones, debido a las continuas violaciones del Norte, incluyendo el lanzamiento de misiles y vuelo de drones.