Las autoridades de Venecia han anunciado un innovador plan piloto en su lucha contra el turismo excesivo.
A partir del próximo año, los excursionistas que deseen visitar la ciudad lacustre durante los fines de semana de la temporada alta deberán pagar una tarifa de cinco euros (equivalentes a 5.45 dólares, o 93.69 pesos mexicanos). El propósito de esta medida es reducir las aglomeraciones, promover estadías más prolongadas y mejorar la calidad de vida de los habitantes locales.
Venecia, reconocida como Patrimonio Mundial de la UNESCO, estuvo en riesgo de ser incluida en la lista de sitios en peligro debido a la amenaza que representa el turismo excesivo para su frágil ecosistema. Fue gracias a la propuesta de implementar esta tarifa turística que se logró evitar su inclusión en dicha lista.
El alcalde Luigi Brugnaro enfatizó que esta tarifa no debe considerarse un impuesto al turismo ni un intento de aumentar los ingresos fiscales. En cambio, se trata de un experimento sin precedentes para regular el flujo de turistas en uno de los destinos más populares del mundo, alentando a las personas a evitar visitar la ciudad en los períodos de mayor afluencia.
“Intentamos hacer una ciudad más vivible”, declaró el alcalde Brugnaro durante la conferencia de prensa en la que presentó el plan.
La tarifa se aplicará durante 29 días, desde abril hasta mediados de julio, incluyendo la mayoría de los fines de semana, en las horas pico, que van desde las 8:30 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde. Esto permitirá a quienes llegan para cenar o asistir a eventos culturales quedar exentos del pago.
Se eximirá de la tarifa a los habitantes locales, a quienes nacieron en la ciudad, a estudiantes y trabajadores, así como a los turistas que tengan alojamiento reservado.
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A partir del 16 de enero, se habilitará un sitio web llamado www.cda.ve.it para que los visitantes "reserven" su día en Venecia. A cambio del pago de cinco euros, recibirán un código QR, que deberán presentar en la estación ferroviaria principal y en otros seis puntos de acceso a la ciudad.
Los visitantes que tengan alojamiento reservado también recibirán un código QR sin costo adicional, ya que la tarifa estará incluida en la cuenta del hotel.
Esta medida llega después de que Venecia se viera afectada por la pandemia de COVID-19, que golpeó duramente al sector turístico en todo el mundo. La ciudad, conocida por sus estrechas callejuelas, canales y lagunas, ha estado buscando una relación más sostenible con los visitantes, al tiempo que promueve la permanencia de sus residentes.
Para abordar el éxodo de los venecianos hacia tierra firme y la presión de la UNESCO y los activistas medioambientales, el gobierno ya ha prohibido el paso de grandes cruceros frente a la Plaza de San Marcos y por el canal Giudecca.
Las autoridades de la ciudad sostienen que los turistas que pasan más tiempo en Venecia son vitales para su supervivencia, ya que tienden a gastar más.
El alcalde Brugnaro subraya que el objetivo de la tarifa es gestionar de manera más eficiente el turismo y reconoció que es probable que el programa enfrente desafíos de implementación que requerirán ajustes. Tras años de estudio y conversación, consideran que ha llegado el momento de tomar medidas concretas para abordar esta cuestión.