Miles de personas se congregaron en el malecón de La Habana ayer jueves en una muestra de solidaridad con el pueblo palestino y para exigir el fin de la guerra entre Israel y Hamas.
La marcha fue encabezada por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, quien vistió el tradicional kufiya, un pañuelo negro y blanco. Acompañado por su esposa Lis Cuesta y altos dirigentes del país, incluyendo al primer ministro Manuel Marrero y el canciller Bruno Rodríguez, la manifestación recorrió dos kilómetros, pasando por la Embajada de Estados Unidos, antes de concluir con un mitin.
Entre los manifestantes se encontraban estudiantes de medicina palestinos, becarios en Cuba como parte de un programa de cooperación. La Unión de Jóvenes Comunistas y varias organizaciones estudiantiles convocaron las actividades en solidaridad con Palestina.
"Estamos hoy apoyando al pueblo palestino, apoyando a todas esas personas que sienten el dolor de haber perdido a un familiar, a un ser querido por esta masacre, este acto de terrorismo; estamos pidiendo el cese al fuego, a las hostilidades y que Palestina sea libre", expresó Yanquiel Cardoso, un especialista en cultura física que participó en la marcha.
Los manifestantes llevaban carteles con la frase "Palestina Libre" y mostraban crudas fotografías de niños heridos por bombas, así como banderas de Cuba y Palestina. Algunos incluso tenían los colores verde, blanco, rojo y negro pintados en las mejillas.
Sami Sabala, un estudiante de medicina palestino de 26 años, compartió su compromiso: "Hacer esta marcha significa mucho para nosotros. Alza los sentimientos... Y hace sentir que Palestina no está sola. Vamos a terminar de estudiar aquí para volver allá. Es nuestro deber".
Esta es la segunda vez que los líderes cubanos participan en mítines de solidaridad desde que comenzó el conflicto en Medio Oriente. La semana pasada, la bandera palestina fue proyectada en el monumento a José Martí, el más icónico de la capital cubana, frente a la Plaza de la Revolución.