El Departamento de Estado anunció que Estados Unidos enviará a la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, junto con altos funcionarios antinarcóticos y diplomáticos, a Ecuador. El propósito de esta misión es examinar junto al presidente Daniel Noboa las estrategias conjuntas para combatir el creciente problema del crimen organizado en el país.
El gobierno de Joe Biden se compromete a fortalecer la cooperación con Quito en materia de aplicación de la ley a través de programas de asistencia en seguridad, según afirmó el portavoz de la agencia, Matthew Miller.
Mientras tanto, en Ecuador, las autoridades locales intensifican sus esfuerzos para hacer frente a más de 20 bandas criminales que han sembrado el terror en el país, dejando a su paso 16 víctimas mortales.
Con más de 22,400 militares desplegados, patrullajes por tierra, aire y mar, requisas en las calles, operaciones en cárceles y toques de queda, el gobierno de Noboa no cede ante la creciente amenaza del narcotráfico en lo que se considera una "guerra" que ha sumido a la población en el miedo.
La situación se ha vuelto aún más tensa con una alerta de bomba, que resultó ser falsa, y la explosión controlada de un artefacto por parte de agentes policiales en Quito. Simultáneamente, continúan los disturbios y motines en las prisiones del país.
En un esfuerzo por enfrentar la compleja situación, el jefe policial ecuatoriano anunció un replanteamiento de estrategias, destacando la formación de grupos tácticos de entre 10 y 12 agentes para garantizar el orden en medio de la crisis.
Por la tarde y en medio de estos sucesos, un video de Fabricio Colón Pico, líder de una pandilla regional que se fugó de una cárcel el lunes, circuló durante la tarde, donde solicitó garantías para su vida a las autoridades a cambio de una posible entrega. Aunque la veracidad del video no ha sido confirmada por las autoridades, el presidente Noboa respondió de manera contundente:
"A los terroristas hay que tratarlos como terroristas. Este país ya está harto de que las condiciones la pongan los criminales". Además, agregó que nadie le impide entregarse.
La situación en las cárceles también se ha agravado, con nuevos incidentes reportados y un aumento a 178 en la cifra de agentes penitenciarios retenidos por reclusos.