Este miércoles, el Gobierno de Costa Rica emitió un decreto de emergencia sanitaria en respuesta a la detección de al menos 203 casos de gusano barrenador en diversas especies animales, incluyendo ganado, caballos, cerdos, ovejas y perros.
El decreto de emergencia, con el que se pretende prevenir, controlar y erradicar la enfermedad, fue anunciado por el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, durante su conferencia de prensa semanal posterior al consejo de Gobierno.
El gusano barrenador es una enfermedad causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax (Coquerel) que deposita sus huevos en cualquier herida abierta de un animal de sangre caliente, incluyendo a las personas, horas después de que se han depositado, nacen los gusanos los cuales se alimentan del tejido vivo.
Luis Matamoros, director del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), subrayó que el objetivo principal del decreto es contar con los recursos necesarios para evitar la propagación de la enfermedad en el territorio nacional y proteger la salud de las personas, animales de producción y domésticos, así como de los animales silvestres.
Según datos del Senasa, se han registrado 203 casos en los últimos meses, con 5 casos activos y 198 bajo control. Principalmente concentrados en el sur del país, cerca de la frontera con Panamá.
Como parte de las medidas para erradicar el gusano barrenador, las autoridades han implementado una vigilancia activa en las fincas afectadas y atienden denuncias sospechosas en subastas ganaderas, farmacias veterinarias y casas de habitación.
El Senasa está llevando a cabo una estrategia de dispersión de aproximadamente 15 millones de moscas macho estériles y ha colocado trampas para identificar la presencia de la mosca, permitiendo definir áreas afectadas y establecer medidas de control.
Las autoridades instan a los transportistas a detenerse en puestos de control para la revisión de los animales, verificando la ausencia de gusaneras o heridas.
Alexis Sandí, jefe del Departamento de Epidemiología del Senasa, enfatizó la importancia de incrementar la vigilancia y control en los animales afectados. Además, señaló que la atención inmediata a los animales heridos es crucial para evitar la propagación de la enfermedad.
Costa Rica planea instalar nuevos puestos de control en carreteras, aumentar el personal de campo para atender denuncias y coordinar con servicios veterinarios de México y otros países de Centroamérica para fortalecer las medidas sanitarias en la región.