Las elecciones presidenciales en Rusia han comenzado en el Extremo Oriente del país, marcando el inicio de un proceso de tres días en el que Vladimir Putin busca un nuevo mandato.
Las oficinas de votación abrieron este viernes a las 08:00 horas locales en la península de Kamchatka, al este de Rusia, y concluirán el domingo a las 20:00 horas en Kaliningrado, enclave ruso en medio de países de la Unión Europea.
A medida que los habitantes del Extremo Oriente ejercían su derecho al voto, los residentes en las regiones occidentales del país, con 11 husos horarios de diferencia, se preparaban para descansar.
La votación se extiende a territorios como Ucrania y Transnistria, donde Rusia tiene presencia, desafiando la oposición internacional.
Putin instó a sus compatriotas a mantener la unidad y expresar su posición patriótica en unos comicios donde no hay rivales políticos significativos.
A pesar de las críticas por la falta de competencia real y la represión de la oposición, Putin se perfila como el claro favorito para la reelección, lo que le permitiría mantenerse en el poder hasta 2030 y, potencialmente, hasta 2036.
Las autoridades rusas han advertido contra cualquier forma de protesta durante el proceso electoral, mientras que la comunidad internacional ha sido llamada a rechazar el resultado que muchos consideran una farsa.