Sam Bankman-Fried, cofundador de FTX y figura destacada en el mundo de las criptomonedas, ha sido condenado a 25 años de prisión federal y a pagar más de 11,000 millones de dólares en restitución por su implicación en casos de fraude y lavado de dinero.
La sentencia fue dictada este jueves tras un juicio que duró un mes en Nueva York, donde fue declarado culpable de siete delitos que incluyen fraude y blanqueo de capitales.
Bankman-Fried, de 32 años, enfrentaba una pena máxima de más de 100 años por estos cargos, aunque los fiscales solicitaban entre 40 y 50 años.
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Por su parte, la defensa pedía una condena de entre 5 años y tres meses a 6 años y medio, argumentando que su cliente tenía la intención de devolver el dinero defraudado a los afectados.
El juez Lewis Kaplan, encargado del caso, tomó la decisión final luego de considerar las pruebas presentadas durante el juicio.
En sus declaraciones ante el tribunal, Bankman-Fried expresó arrepentimiento por sus acciones y reconoció haber tomado decisiones erróneas como CEO de FTX. También elogió a sus antiguos socios comerciales, aunque estos testificaron en su contra durante el proceso.
La estafa liderada por Bankman-Fried afectó a millones de personas y llevó a la quiebra de FTX y otras empresas relacionadas.
El juez determinó que las pérdidas para las víctimas superan los 550 millones de dólares, y se espera que FTX liquide y reembolse a sus clientes en su totalidad.
En solo un año Sam Bankman-Fried pasó de posar en las portadas de los medios estadounidenses como “niño prodigio” del mundo de las criptomonedas a salir esposado en los noticieros por estar acusado de cargos federales de fraude y lavado de dinero.