China ha instado a las autoridades mexicanas a incrementar sus investigaciones después de que se descubrieran en la costa mexicana ocho cuerpos sin vida de migrantes chinos cuya embarcación naufragó.
El bote, operado por un ciudadano mexicano, se hundió tras partir el 28 de marzo de Tapachula, Chiapas, siguiendo una ruta frecuentada por migrantes hacia Estados Unidos.
El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, afirmó que China está "prestando mucha atención a este incidente".
Wang indicó que diplomáticos chinos están colaborando con las autoridades mexicanas para “verificar más información sobre las víctimas”, al tiempo que pedía a las autoridades locales que “intensifiquen sus esfuerzos” en las pesquisas.
Un equipo de la Embajada de China en México se ha desplazado al lugar, brindando asistencia a los ciudadanos chinos supervivientes.
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Este trágico suceso resalta los peligros que enfrentan los migrantes que viajan hacinados en rutas clandestinas, pagando miles de dólares a traficantes.
A pesar de la vigilancia en la frontera sur de México, miles de migrantes continúan ingresando al país desde Centroamérica, el Caribe, África y China, buscando llegar a Estados Unidos.
Los traficantes buscan rutas a través de estados como Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca, antes de llegar a la frontera con Estados Unidos.
